
La canciller Angela Merkel ha dicho hoy que el Banco Central Europeo debería subir los tipos de interés si solo se tuviera que fijar en Alemania, pero actualmente está en una situación difícil por las divergencias económicas en la Eurozona. Alemania mejora sus previsiones de PIB: "Hay razones para el optimismo".
"El BCE está en una posición difícil. Para Alemania sería de hecho mejor una ligera subida de tipos en este momento, pero para otros países tendría que hacer todavía más para permitir que haya liquidez disponible", explicó la canciller en una conferencia.
La próxima reunión del BCE se celebra el próximo jueves 2 de mayo, y hay grandes expectativas de que su presidente, Mario Draghi, anuncie una bajada tipos, especialmente tras el enfriamento que ha mostrado la propia economía alemana.
En línea con lo demandado por España, la canciller dijo que la Eurozona necesita tipos de interés armonizados para las empresas si el bloque quiere resolver la crisis. De hecho, la canciller dijo que "si queremos volver a un tipo de interés manejable tenemos que superar esta división interna en la Eurozona.
Merkel reiteró que para resolver la crisis de deuda europea son necesarias tanto la consolidación fiscal como medidas para favorecer el crecimiento, y añadió que la austeridad no es el origen de la crisis actual, sino las deudas excesivas.
Alemania crecerá este año alrededor de un 0,5% o incluso más, según Merkel, que eso sí explicó que su país solo puede volver a una posición económica sana si el conjunto de la Eurozona lo hace.
Por otro lado, Merkel ha insistido en que Alemania rechaza por el momento un fondo de garantía de depósitos común, ya que teme que ese esquema haría que el contribuyente germana pagara por los errores de los bancos en otros países de la Eurozona.
Además, la canciller insistió su posición sobre la banca, diciendo que en el futuro los accionistas de la banca también deberán sufrir pérdidas en caso de que las entidades reciban ayuda de los fondos europeos.
Los titulares de depósitos por encima de los 100.000 euros en los bancos de Chipre se vieron forzados a asumir una quita en el marco del rescate internacional del país mediterráneo.