
El entorno vuelve a ser propicio para que el Tesoro Público cierre un mes de abril con los deberes hechos y con una caída en los costes de financiación en todos los plazos. Hoy tiene a su favor un nuevo descenso en el interés que los inversores exigen a la deuda pública española en el mercado secundario, en el que se negocian los títulos después de ser emitidos, lo que puede propiciar que el organismo emisor pague menos por colocar deuda a corto plazo.
La rentabilidad del bono español a dos años bajó del 2% por primera vez desde agosto de 2010.
Tras esta relajación, el organismo emisor subasta hoy letras a 3 y 9 meses. El objetivo no es tan pretencioso como en otras ocasiones, después de que durante este mes ya haya captado 14.090 millones de euros. El Tesoro se ha puesto como objetivo ingresar entre 2.000 y 3.000 millones, frente a los 4.000 millones que se marcó en la última subasta a estos vencimientos.
En esa emisión, celebrada el 19 de marzo, en la que el interés del bono a 10 años cotizaba en torno al 5 por ciento, España pagó una rentabiliad media del 0,285 por ciento por las letras a 3 meses, mientras que por los títulos a 9 meses desembolsó un 1,007 por ciento.