La relación entre los compromisos financieros y la generación de caja descenderá este año a las 2,2 veces, frente al máximo histórico de 3,36 veces que alcanzó en 2009.
La bolsa española se apunta a la operación bikini. Las compañías de nuestro país pueden lucir este año su mejor tipo desde antes de la crisis, al esperarse que el endeudamiento se sitúe en su nivel más bajo desde 2005. Los expertos prevén que si las cotizadas españolas se suben este año a la báscula marcarán una deuda total de 236.000 millones de euros, lo que supone 2,2 veces el beneficio bruto de explotación (ebitda) previsto para el mismo período -en 2012 el apalancamiento fue de 2,44 veces-.
Se trata de niveles muy inferiores a los de 2009, cuando alcanzó un sobrepeso histórico de 3,36 veces. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a alertar esta semana del "sobreendeudamiento" acumulado por las empresas no financieras en países de la periferia del euro, como España, Italia y Portugal.
"Deberían reducir la deuda un 20%", apuntó un miembro del organismo. Estas exigencias supondrían un esfuerzo adicional para las cotizadas, después de que 41 de las compañías que hoy están en la bolsa española se hayan desapalancado con respecto a 2009 y que incluso el número de valores con caja haya pasado en el mismo período de 11 que tenían en 2009 a 16 que previsiblemente no tendrán compromisos financieros al cierre de este ejercicio.
El tijeretazo en el apalancamiento de estos dos años (2009 y 2013) será de doble dígito en el caso de Natra, La Seda, Metrovacesa y NH Hoteles -aunque sigue siendo muy elevado-, pero también es digno de mención en compañías como Sacyr, tras deshacerse de la mitad de la participación que tenía en Repsol, y en otras como Deoleo, Tavex, Colonial, Europac y ACS. En esta última, la desinversión que ha hecho en Iberdrola ha sido clave para ir reduciendo su endeudamiento hasta suponer previsiblemente este año menos de 2 veces, frente a las 6,36 veces de 2009.
Y es que el apalancamiento de nuestro parqué en 2013 será el menor en ocho años, ya que fue en 2005 cuando la deuda de las compañías que entonces componían nuestra bolsa suponía 1,48 veces su beneficio operativo, el nivel más bajo a su vez de la última década. ¿Quiénes fueron entonces y quiénes son ahora las compañías más apalancadas?
En aquel año estar muy endeudado llegó, incluso, a estar justificado. La economía crecía a ritmos de entre el 3 y el 4% y las compañías españolas aprovechaban la facilidad de acceso a la financiación para realizar operaciones corporativas y empezar a extender el negocio más allá de nuestras fronteras. "El único rating que importa es el crédito del banco" o "el dinero no es problema para comprar lo que queramos" son dos de las frases del por entonces presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, que muestran la burbuja irracional que se vivía en la época.
La historia ahora es muy distinta. Con la recesión a nuestra espalda y con el estallido de la burbuja inmobiliaria son precisamente las compañías de este sector las más endeudadas de la bolsa española, por el apalancamiento desmedido del pasado y el parón de la actividad.
2005-2006: el gran salto de deuda
De la gloria, al principio del infierno en un solo año. Entre 2005 y 2006, la balanza de la deuda se descompensó por completo, como ocurriría más tarde también entre 2008 y 2009. Las compañías de la bolsa española pasaron de tener un apalancamiento de 1,48 veces en 2005 a 2,48 veces un año después por el gran endeudamiento de las compañías ligadas al mundo de la construcción y el negocio inmobiliario.
Sniace también se unió a este listado al cerrar 2006 con un endeudamiento de 44 millones de euros, casi 21 veces su beneficio operativo, después de abordar un año antes el proyecto de construcción de una planta de bioetanol en Torrelavega y firmar en 2006 un acuerdo para construir una segunda en España, para lo que contó con un acuerdo con Iberdrola y Ecoteo, y otra en Polonia.
Otra de las compañías más apalancadas en este salto de la deuda de la bolsa española fue Sacyr Vallehermoso (ahora solo Sacyr). Su relación deuda sobre ebitda alcanzó las 17 veces -aunque llegó a superar las 26 veces en 2009- al aumentar un 125% sus compromisos financieros entre 2005 y 2006, hasta los casi 18.360 millones de euros. El motivo no fue otro que la carga financiera que hizo por la adquisición del 20% de Repsol YPF, lo que la convirtió en su principal accionista. A esto se añadió la opa que lanzó junto a varias cajas vascas sobre Europistas para alcanzar una participación del 91,21%. Para este ejercicio las previsiones del consenso de analistas apuntan a que tendrá una deuda de alrededor de 8.900 millones de euros, 17 veces su ebitda.
Y si el comienzo de la crisis pilló a Sacyr con el pie cambiado, el tiempo ha demostrado que el momento que eligió Ferrovial para hacerse con BAA, la compañía británica de gestión de aeropuertos, tampoco resultó ser el mejor. La opa que lanzó sobre la inglesa para convertirse en el mayor gestor de infraestructuras del mundo fue entonces una de las mayores operaciones emprendidas por una empresa española en el exterior, junto a la compra de Abbey que hizo el Santander y la opa de Telefónica sobre O2. Este gran proyecto provocó en ese año (2006) que el endeudamiento de Ferrovial rondara los 8.400 millones y superara los 8.800 millones en 2007, lo que suponía en ambos casos más de 13 veces el ebitda.
La compañía presidida por Rafael del Pino trataba de sacar partido de la internacionalización de su inversión cuando en 2009, con la crisis ya instalada en Europa, Ferrovial registró un endeudamiento histórico de unos 22.270 millones (sin cargo a la matriz) y un beneficio operativo de solo 2.540 millones de euros por la fusión con Cintra, lo que supone un apalancamiento de 8,77 veces. Aún así la compañía de infraestructuras ha conseguido conservar la recomendación de compra del consenso de mercado recogido por FactSet desde finales de 2009 y los expertos prevén para este ejercicio que su apalancamiento sea de 6,6 veces.
Acciona tampoco desperdició la fluidez del dinero de la época y aprovechó la crisis para modificar su modelo de negocio basado principalmente en la construcción por otro más focalizado en las energías renovables. Este cambio radical se produjo después de que la española se hiciera con el 10% de Endesa -empresa que también pretendía la alemana E.ON- en 2006, año en que su endeudamiento pasó de suponer 1,5 veces a 9,5 veces el ebitda, y decidiera vender la totalidad de la participación (25 por ciento) a la italiana Enel en 2009 a cambio evidentemente de efectivo y de un gran paquete de megavatios renovables. La operación se saldó con una reducción de la deuda desde los más de 17.800 millones que tuvo en 2007 y 2008 a los 7.265 millones y para este año se prevé que sus compromisos financieros sean de 5,6 veces su ebitda.
Renta Corporación, La Seda, Natraceutical y Metrovacesa fueron las siguientes cotizadas de nuestra bolsa más apalancadas en 2006 con una relación de deuda sobre el beneficio bruto de explotación superior a las 7 veces.
Las inmobiliarias, sobreendeudadas
Cerrado el grifo de la financiación y con una tasa de paro en nuestro país del 26 por ciento, ¿quién puede mantener la gran demanda de vivienda que había en España a principios de esta década y los precios desorbitados? 2007 fue el principio del fin de una industria que durante muchos años alimentó el crecimiento de nuestra economía y que ahora está en peligro de extinción.
Según las previsiones del consenso de mercado, recogido por FactSet, Metrovacesa, Colonial, Realia y Sacyr serán este año las cuatro compañías de la bolsa española más apalancadas. La primera de ellas, que pondrá fin a más de medio siglo de cotización después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) admitiera este mismo jueves la opa de exclusión formulada por los bancos que controlan su capital (BBVA, Santander, Banesto, Sabadell, Popular y BFA), es la que previsiblemente tendrá más carga en 2013 al esperar los expertos que presente unos compromisos financieros de 5.086 millones de euros, frente al beneficio operativo de 127 millones de euros estimados para el mismo período.
Sin embargo, este apalancamiento de 40 veces no es el mayor que ha tenido la compañía en una década en la que Joaquín Rivero e Ignacio López del Hierro, hoy marido de la actual secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, protagonizaron a partir de la pequeña inmobiliaria Bami una serie de adquisiciones como Zabálburu en el año 2000 y posteriormente Metrovacesa y Gecina en Francia.
Asimismo, el apalancamiento que espera el consenso de mercado recogido por FactSet en Colonial y Realia en el presente ejercicio oscilará en las 18 veces. En el caso de Realia, además de tener que hacer frente al escaso negocio inmobiliario, la compañía tiene un problema adicional: el riesgo de que la nacionalizada BFA Bankia se vea obligada a vender la gran participación que tiene en su capital.