El euro está en proceso de celebración continua. Al menos, desde el pasado jueves, cuando el Banco de Japón (BoJ) anunció la puesta en marcha de un nuevo plan de estímulos que tiene por objetivo reactivar la economía japonesa. Lo cierto es que desde entonces, la moneda única acumula una revalorización del 1,4 por ciento.
Y el comportamiento que tuvo en el día de ayer no fue una excepción. Apoyado en el positivo resultado que dejó a su paso la colocación de deuda en Italia y un mal dato de peticiones de desempleo en Estados Unidos, el euro se decantó por las alzas para recuperar el nivel de los 1,31 dólares, hasta situarse en máximos desde febrero.
No obstante, la divisa europea ya había conseguido tocar dicha barrera el pasado 7 de marzo, cuando se situó en los 1,3107 dólares. Sin embargo, hay que remontarse hasta el pasado 27 de febrero para encontrar el último tope alcanzado por el euro, cuando se intercambió por 1,3139 dólares.
Aunque la influencia que ha tenido en el mercado de divisas los estímulos del BoJ también se han dejado sentir en el cruce del yen contra el dólar. "El yen se ha debilitado un 30 por ciento frente al dólar americano alcanzando la resistencia tanto técnica como psicológica de 100 yenes por dólar", señala Miguel Ángel Paz, director de Unidad y Gestión en Unicorp. No obstante, su directriz bajista iniciada hace quince años se encuentra ubicada en la zona de 105 yenes por dólar. "Ya sabemos que los soportes y resistencias están para romperse, pero entendemos que esta debería costarle muchísimo trabajo al yen", añade Paz.
Sobre todo tras las declaraciones del miércoles del nuevo gobernador del Banco de Japón, Kuroda, advirtiendo que las medidas de política monetaria actuales son suficientes, es decir, que de momento no se esperan más medidas adicionales. Así, el dólar se volvió a apreciar ayer hasta los 99,81 yenes.