Bolsa, mercados y cotizaciones

El frenazo de Wall Street pasa factura al Ibex, aunque defiende su soporte

Después de haberse quedado al borde del peligro la semana pasada, la vuelta de la Semana Santa para el Ibex en particular, y para el resto de índices bursátiles en general, se pareció a cualquier cosa menos a una resurrección.

Pero, a pesar de que las caídas fueron la tónica dominante en el mercado en los últimos días, desde el punto de vista técnico se han mantenido los soportes relevantes -a pesar de que el viernes peligraron los 7.800 puntos del Ibex 35-. El principal índice español ha sufrido un descenso semanal del 1,5%, para cerrar en los 7.798,4 puntos, un nuevo mínimo anual, pero, para los analistas de Ecotrader no ha puesto en peligro, por ahora, su zona de soporte: "No podremos hablar de un verdadero deterioro y de un escenario de profundización de las caídas hasta que los soportes, que podemos considerar como la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente bajista, sean cedidos", indica Joan Cabrero, estratega de Ágora Asesores Financieros. Estos niveles son los 7.800 puntos del Ibex 35 (que no se han cedido con contundencia) y los 2.560 puntos del EuroStoxx 50 -cerró en 2.585,29 puntos-.

Pero la bolsa española no ha sufrido sola esta semana. El Ftse británico ha sido el más castigado de Europa, con un descenso del 2,5%, por delante de principal índice francés, que retrocedió un 1,8%, y el Dax alemán, que perdió un 1,7%. La última sesión de la semana tuvo, además, otro frente abierto: el rebrote de la gripe aviar en china castigó al sector de ocio y aerolíneas. Éstas se llevaron la peor parte con un descenso que, en el caso de IAG, superó el 7% en un sólo día. Aún así, no fue la más penalizada esta semana dentro del mercado español, porque Abengoa y ArcelorMittal retrocedieron más de un 8%. La primera ha descontado una rebaja de su calificación crediticia por parte de S&P, que ha recortado un escalón su solvencia hasta B -nivel que sigue siendo bono basura-. Por su parte, Arcelor, continúa encadenando uno tras otro nuevos mínimos históricos.

Ningún frente claro

Ni siquiera hay todavía visos de que pueda formarse pronto un gobierno nuevo en Italita tras la fragmentación de las elecciones, mientras el mercado vigila de reojo la inestabilidad política que ha desatado la amenaza de Corea del Norte. Para más inri, a las bolsas no les gustó el mensaje lanzado esta semana por el Banco Central Europeo y los datos de empleo de EEUU publicados el viernes remataron la faena. Se esperaba que la primera economía del mundo hubiese creado en el mes de marzo 190.000 empleos, mientras que la cifra se quedó en sólo 88.000 nuevos puestos. Sin embargo, la otra lectura es que la tasa de desempleo cayó inesperadamente al 7,6%, frente al 7,7% que esperaban los analistas. Es el dato más bajo desde 2007.

Lo único que tuvo un impacto positivo en el mercado esta semana -y que fue eclipsado por la decepción del BCE- fue el plan de estímulo monetario anunciado por Japón, sorprendente e histórico. El nuevo gobernador de la institución monetaria del país nipón se estrenó por todo lo alto: con el objetivo de crear inflación hasta situarla en el 2%, el Banco Central de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés), incrementará su masa monetaria entre 60 y 70 billones de dólares -al cambio, unos 487.000 y 570.000 millones de euros-.

El impacto de ese gran despliegue fue limitado por las palabras que pronunció el jueves el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Primero, abroncó a Bruselas y al Eurogrupo en su actuación durante el rescate a Chipre, al señalar que la primera propuesta -que incluía pérdidas para los pequeños depositantes- no fue inteligente y que el BCE no estaba de acuerdo con esa postura. Además, aunque mantuvo los tipos de interés, dejó la puerta abierta a futuras rebajas, pero no mostró. Para rematar, la institución monetaria ve ahora riesgos en la recuperación económica que prevé para el segundo semestre del año. "Si bien la fecha exacta depende del flujo de datos económicos, un recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos en mayo o junio, es muy probable", señalan los analistas de Citigroup.

Y, con todo lo digerido esta semana, la que viene no será mucho más tranquila. El mayor productor de aluminio del mundo, la estadounidense Alcoa, abrirá la temporada de resultados con Wall Street en zona de máximos. Además de ella, la próxima semana el mercado conocerá las ganancias de JPMorgan y Wells Fargo durante el primer trimestre del año, aunque en España habrá que esperar hasta mediados de abril (todavía faltan por confirmar las primeras fechas). El mercado está a la espera de saber si batirán o no previsiones las grandes compañías y, prueba de ello, y de que la última corrección suscita dudas, es que en el sentimiento del mercado se está produciendo un trasvase de alcistas y bajistas hacia el lado neutral. En la última semana, así ha sido tanto en EEUU, según los datos que publica la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII), como en España.

Mientras que la renta variable sufría, los inversores buscaron un refugio para su dinero y la deuda fue una de las elegidas. Eso provocó que el bono alemán a 10 años marcase mínimos desde julio de 2012, en el 1,21%. La rentabilidad del bono español también cayó esta semana 32 puntos básicos, llevando a la prima de riesgo española (el diferencial entre las dos referencias) a los 354 puntos, es decir, 23 menos de los que marcaba a principios de semana. En los últimos días, el Tesoro español logró colocar 300 millones más de los 4.000 que se había marcado como objetivo.

El euro rebasa los 1,30 euros

Además de la deuda, quien también vivió una buena semana fue la divisa europea, a pesar de que la tensión no esté ni mucho menos resuelta dentro de la eurozona. El euro llegó el viernes a recuperar los 1,30 dólares, un nivel que no veía desde el 15 de marzo.

En el mundo de las materias primas, el protagonista fue el crudo. La tensión geopolítica ha llevado al barril Brent europeo y al West Texas estadounidense a perder un 4,8 y un 5,2%, respectivamente. El Brent se intercambia a 104 dólares frente a los 110 de la semana pasada, mientras que la referencia americana ha caído hasta los 92 dólares.

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