Entre todas las alternativas de inversión disponibles, la Inversión Socialmente Responsable, que corresponde a las siglas ISR, es la que menos acogida tiene por parte del inversor minorista.
En concreto, sólo un 3% de inversores retail, es decir, de pequeños inversores, se atreven con productos que estén enmarcados en estas líneas de negocio. Y dejan el groso del negocio a los inversores institucionales, que son quienes más se decantan por ellos.
Se trata de invertir en empresas que canalicen parte de sus fondos a proyectos sostenibles y a la innovación; en definitiva, que tengan un compromiso social sostenible. En España no tiene tanto calado, pero en otros países europeos esta práctica es muy popular. La cifra de pequeños inversores en Europa que apuesta por la ISR duplica a la de España ya que se sitúa en torno al 6%, por tanto, aquí la mayoría también son inversores institucionales.
El foro español de inversión socialmente responsable Spainsif ha fijado las líneas de negocio de su plan estratégico para el periodo 2013- 2015, que tiene como línea general la promoción de este tipo de inversiones en España ya que el inversor español es muy tradicional. Desde el foro explican que ?no se trata de filantropía ni de productos con menos rentabilidad que las inversiones en otro tipo de empresas. Además, si tenemos unos principios éticos que rigen nuestras relaciones personales, ¿por qué no tenerlos también con las empresas donde invertimos??.
El foro prevé incluir próximamente en su página web un catálogo de los diferentes productos que existen y su rentabilidad, para desmarcarse así de las críticas que lo tachan de ser una mala inversión con respecto a otras.