Entre los 'pesos pesados' del Ibex, sólo BBVA puede poner freno a la caída, pero cada vez lo tiene más complicado.
Eran varias las trincheras que se tenían que atravesar, pero, poco a poco, España las está viendo caer. Sea porque el rescate de Chipre, que por primera vez ha traído una quita para depositantes y encima ha generado la duda sobre si esta iniciativa será recurrente a partir de ahora, sea porque la renta variable lo necesita tras la subida de los meses anteriores, la realidad es que el Ibex se convierte en un funambulista que ha cedido los 8.000 puntos. Y lo hace sin red a corto plazo, porque los grandes valores españoles ya han abierto la puerta a que se forme una corrección, casi sin excepciones.
Es el caso, por ejemplo, de Telefónica. La colocación acelerada de una parte de su autocartera, aunque se ha hecho a un precio un 4% inferior a su cierre del lunes, a 10,8 euros, ha sido suficiente para que las ventas hayan empujado al valor en ciertos momentos del día por debajo de los 10,75 euros. Este nivel coincide con un soporte importante, cuya cesión sugiere que se acerca una "corrección más profunda", previene Joan Cabrero, analista técnico de Ágora A.F.. Y no es el único de los pesos pesados que nos lanza este mensaje.
Así, Repsol o Iberdrola, también han dejado atrás soportes análogos. Por ejemplo, en el caso de la eléctrica le estamos hablando de los 3,90 euros. "Ya no hay otra referencia importante hasta los 3,51 euros", explica Joan Cabrero. Una reflexión que significa que la eléctrica no tiene ningún apoyo que impida que se deje un 6% adicional; ese es el margen de descenso que, por técnico, tendrían también Telefónica o Repsol. Y, más, si miramos a la banca, porque el giro a la baja que está en juego es del 10%.
Las entidades financieras, ya se trate de Santander o de BBVA, están en los últimos días en el ojo del huracán ante el miedo de que se produzca una fuga de depósitos, por el miedo a que medidas como la adoptada en Chipre sean extensibles a otros rescates. Algo que está provocando que haya debilidad en las principales entidades españolas. En el caso de Santander, con la pérdida de los 5,4 euros se ha quedado reforzado; en el de BBVA la capitulación se produjo ayer.
El banco presidido por Francisco González cedió ayer el nivel de los 6,96 euros. Es una zona técnica muy importante, pero no sólo para él, sino también para la bolsa española.
Tras perder este nivel, la entidad financiera española tendría margen para caer otro 10% adicional, Santander, probablemente, con ella y la bolsa española irse detrás a su ritmo.
Y es que BBVA representaba hasta ahora "la esperanza alcista a corto plazo para la bolsa española y su resistencia hasta este momento había impedido correcciones mayores en el parqué", apunta Joan Cabrero. Por tanto, la cesión de ese nivel clave supone un parqué "tocado" en el corto plazo y, por ende, una bolsa con ganas de corregir a corto plazo. El porcentaje de retroceso en juego para ambos bancos es del 10%.
En este escenario, la recomendación es dejar que la cartera "actúe en piloto automático"; es decir, que se respeten los stops y se vayan ejecutando si saltan. Pero tampoco se precipite. Porque si BBVA consigue aferrarse a esa zona, hay margen para que tanto el banco, como el conjunto del mercado reaccione al alza.
No les vamos a negar que el escenario a corto plazo es más proclive para que veamos retrocesos que ascensos (tenemos ahí delante la apertura de los bancos chipriotas el jueves y casi ninguna certeza de qué puede pasar), pero la bolsa puede sorprender. Lo hace muchas veces.