Irlanda confirmó sus credenciales para un exitoso regreso a los mercados a final de año, como aspiraba el Gobierno, tras lograr colocar bonos a 10 años a un interés mejor que el de España.
En el primer experimento con un vencimiento de deuda de tal alcance acometido desde el rescate, el país tuvo que pagar apenas un 4,15%, por debajo de la horquilla del 4,25-4,30% que se había planteado la Agencia Nacional de Gestión del Tesoro (NTMA) y, sobre todo, notablemente inferior al 4,9 % asumido por el Tesoro español en la última subasta equivalente, la semana pasada, pese a que por primera vez desde noviembre de 2010 asumió un coste inferior al 5%.
Una tendencia que se mantuvo en el mercado secundario -en el que cotizan los bonos después de ser emitidos-, donde la rentabilidad de los títulos de Irlanda se colocó en el 3,65%, frente al 4,7% de los de España.
La mejora comparativa respecto a países de la Eurozona que, por el momento, no han sido intervenidos representa un importante aval para una economía que aspira a caminar por libre cuando acabe 2013. Pese a ser el segundo país que necesitó ayuda exterior, será el primero que abandone el tutelaje y, según indicó la subasta, lo hará por la puerta grande.
Elevado apetito
Si la Agencia Nacional de Gestión del Tesoro esperaba recabar entre 2.000 y 3.000 millones de euros, la cantidad captada se elevó hasta los 5.000 millones. Es más, la oferta alcanzó los 12.000 millones de euros, prueba del apetito inversor en una Irlanda que ha venido haciendo los deberes desde aquel infausto noviembre de 2010, cuando tuvo que hincar la rodilla ante Unión Europea y FMI.
Las revisiones trimestrales de la troika se cuentan por aprobados consecutivos y todo apunta a que la décima, el próximo mes de abril, dará paso a un nuevo tramo del rescate. Hasta ahora, se han liberado un total de 40.000 millones de los 67.500 aportados por los acreedores internacionales.
Pero más interesante aún, los 5.000 millones reunidos representan la mitad del objetivo que el Ministerio de Finanzas se había planteado alcanzar este año, lo que sumado a los 2.500 millones recabados en las subastas de menor vencimiento, deja prácticamente cubiertas las necesidades de gasto de 2013 y agranda la puerta de salida para la recuperación de la autonomía financiera de Irlanda.