
El Banco Popular de China tomará medidas y ajustes en la política monetaria del país con el objetivo de estabilizar los precios en caso de que la inflación del país siga en los niveles registrados el mes pasado.
En una rueda de prensa en el seno del plenario anual de la Asamblea Nacional Popular china (ANP), el actual gobernador del Banco Central, Zhou Xiaochuan, aseguró que el país "debe estar alerta" a los niveles de precios y se comprometió a mantenerlos bajo control.
Zhou añadió que la política monetaria "ya no es relajada" y la calificó de "neutral". Una postura que contrasta con la de la mayoría de reguladores globales, que están interviniendo en el mercado y relajando sus políticas. Paz en las divisas, guerra de crecimiento: se prepara una batalla épica global.
Las declaraciones del máximo responsable del organismo que controla la política monetaria del país responden al 3,2% de inflación que China registró durante febrero pasado, el Índice de Precios al Consumo (IPC) más alto de los últimos diez meses.
Quiere enfriar el mercado de la vivienda
Zhou atribuyó esta alza al efecto distorsionador de las vacaciones de Año Nuevo chino, que este año cayeron en febrero y provocaron el aumento de los precios de los alimentos por la alta demanda durante la festividad.
La cifra de febrero ha despertado la preocupación entre varios analistas, ya que se acerca peligrosamente al máximo anual que Wen Jiabao estableció para 2013, del 3,5 por ciento.
En cuanto a las políticas para abaratar el precio de la vivienda -que también han experimentado un repunte en los últimos meses-, Zhou subrayó que las políticas monetarias al respecto "se reforzarán con el objetivo de enfriar el mercado".
"Aunque las políticas monetarias se centran principalmente en hacer cambios basados en los datos del IPC y los precios de producción de materiales, se puede, por ejemplo, reducir las tasas de pago o establecer tasas de interés especiales en los préstamos para adquirir viviendas", dijo el gobernador.