La euforia que se vive sobre el parqué del New York Stock Exchange se ha visto reforzada hoy por las declaraciones del profesor de la Escuela de Negocios de Wharton, Jeremy Siegel. En una entrevista con Fox Business, este veterano del sector financiero ha asegurado que el Dow Jones podría terminar el año en los 17.000 puntos.
"Creo que a finales de este año, vamos a situarnos en un rango de entre 16.000 y 17.000 puntos", dijo. "El mercado está ganando adeptos, el dinero fluye de los fondos de renta fija a la renta variable", añadió. Desde su punto de vista, con billones de dólares asentados todavía en cuentas que no están generando beneficios "no será necesario un flujo excesivo de este capital hacia el mercado de valores para llegar a estos nuevos máximos", explicó.
Para Siegel, EEUU todavía opera muy por debajo de su potencial y se puede incrementar la demanda sin correr el riesgo de sobrecalentar la economía. Por otro lado, casi el 93% de los trabajadores en EEUU tienen en estos momentos menos miedo a perder su puesto de trabajo. Se sienten más seguros gracias a la recuperación del mercado de la vivienda que "liderará la recuperación en la segunda mitad de 2013".
Los problemas económicos de EEUU
Sin embargo, pese a los máximos históricos, la confianza del consumidor sigue muy por debajo del nivel alcanzado durante el último máximo histórico en octubre de 2007. Los hogares continúan reduciendo su deuda y el déficit del presupuesto federal es mucho más amplio comparado con cualquier otra recuperación tras la II Guerra Mundial.
Además, no hay que olvidar que 12 millones de personas buscan trabajo en estos momentos a este lado del Atlántico y pese a la respiración artificial de la Reserva Federal, EEUU crece todavía muy por debajo de su potencial. Eso si, si miramos a los fundamentales de la renta variable, comprar acciones sigue siendo barato, por lo que a simple vista no tendríamos que hablar de una burbuja.
En estos momentos, la bolsa americana es todavía bastante barata. El PER de los componentes del Dow Jones se sitúa en estos momentos en 12,3 cuando la media de los últimos 10 años es del 13,16. En lo que llevamos de año, el indicador se ha revalorizado más de un 10% y en los últimos cinco años, el beneficio generado asciende hasta casi el 20%.
En el caso del S&P 500, su precio en relación con los beneficios generados por sus componentes se sitúa en estos momentos en el 13,7, es decir, la media de la última década. Desde el arranque de 2013, su margen de beneficio ronda el 5,6% y desde 2007, se ha revalorizado también alredor de un 20%.
¿Qué pasará cuando no esté Bernanke?
Aún así, es cierto que la pregunta que ronda por la cabeza de muchos inversores es qué ocurrirá cuando Ben Bernanke comience a retirar sus estímulos y, especialmente, comience a subir los tipos de interés. Es cierto que para muchos expertos, como Bill Gross, co-fundador de Pimco estas medidas han elevado artificialmente el precio de algunos activos, pero, sin embargo, de momento, parece no haber peligro de correr la misma suerte que hace cinco años.
"Mientras la Reserva Federal mantenga el dinero barato, no hay mejor sitio donde invertir que la renta variable", asegura Michael Guli, director de inversiones de Knight Capital. Cierto es que el Dow Jones encadena ya siete jornadas de subidas.
"Lo hemos visto durante el último año y medio", reconoce Guli, quien estima que pese a la volatilidad de los datos macroeconómicos y el contexto geopolítico, "mientras no haya otra inversión con mejor rentabilidad, la renta variable seguirá subiendo". De hecho estima el momento es tal que todavía hay muchos inversores en las trincheras preparados para saborear el rally, algo que podría impulsar aún más el optimismo y los indicadores.