Una vez superadas las incertidumbres que ocupan al mercado -elecciones italianas y recortes de gastos en EEUU por la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos- , los mercados se han centrado en las políticas expansivas de diferentes países, dado el gran nivel de liquidez actual.
El resultado ha sido una alta frecuencia de compras en los activos de riesgo. Uno de los activos más beneficiados han sido las emisiones del Tesoro español, por las altas rentabilidades y por una mayor confianza en España; lo que ha hecho que el sector no residente y las propias entidades financieras perseveren en su intención de seguir comprando. Las reformas que está haciendo España están transmitiendo tranquilidad a los mercados.
Aprovechando este entorno y dadas las necesidades de financiación de las Comunidades Autónomas, Madrid y Galicia han recibido autorización para poder emitir deuda. Galicia aumentó la pasada semana en 16 millones la emisión de vencimiento 2017 que ya tenía en mercado, con un diferencial de 90 puntos básicos sobre la referencia española. Es previsible que la Comunidad de Madrid emita con plazos entre el 2020 y 2023 y con un diferencial de deuda en torno a 90 ó 95 puntos básicos. La cantidad máxima que puede emitir es de 657 millones de euros. Una posible alternativa para el inversor podría ser vender la deuda española en el mismo plazo que emita la Comunidad, y comprar la nueva emisión para obtener el diferencial que está pagando sobre el tesoro, en torno a 90 puntos básicos.
El mercado también está comprador respecto a la deuda alemana, lo que mantiene la prima de riesgo en torno a 350 puntos básicos. El diferencial entre Italia y España se sitúa en 25 puntos básicos. El bono a 10 años español ya está cotizando por debajo del 4,90%. La mejora en las perspectivas de S&P sobre Portugal, y la que se produjo en febrero respecto a Irlanda, también están suponiendo un apoyo a los mercados periféricos. En cuanto a España, tras el saldo positivo de la subasta de deuda de la semana pasada, el mercado espera que la subasta de letras a 6 meses y 12 meses del martes tenga una gran aceptación, sobre todo teniendo en cuenta el plazo del que se trata. Pese a la coyuntura actual, el primario corporativo está bastante parado, y lo lógico sería que los emisores aprovecharan la liquidez existente y la bajada de rentabilidades para emitir. Esto es algo que, sin embargo, no está ocurriendo. Puede ser que los emisores estén esperando nuevas bajadas de rentabilidades para aprovechar la situación y emitir cuando esto suceda.
Los acontecimientos de semanas anteriores, y los posibles desenlaces que pudieran afectar al mercado, obligaron a ser prudentes en las semanas previas. Sin embargo, tras comprobar la reacción compradora de los inversores, es recomendable alargar las duraciones en torno a 8 años, puesto que, sin descartar posibles recaídas, el mercado está comprador, y hay que aprovechar esta tendencia. Éstas son las emisiones elegidas para esta semana de las que recomendamos los plazos más largos.