
Stan Druckenmiller, leyenda del mundo de los hedge funds y mano derecha durante mucho tiempo de George Soros, ha asegurado hoy que la subida del mercado de renta variable puede continuar un tiempo, pero que probablemente terminará mal.
En una entrevista en la cadena CNBC, defendió que "la fiesta continúa y el dinero sigue inyectándose".
Hoy, el Dow Jones ha conseguido batir sus máximos históricos marcados en octubre de 2007, logrando doblar su valor desde los mínimos de 2009, en una recuperación sin precedentes, más rápida que tras la burbuja tecnológica y a años luz de la vivida tras el crack del 29, cuando tardó 25 años en recuperar sus máximos.
Druckenmiller dio a entender que la renta variable podría continuar subiendo a corto plazo. "La fiesta puede continuar un tiempo. No sé cuándo va a terminar, pero supongo que va a terminar muy mal".
Además, el gestor de hedge funds dio un consejo para los inversores que, a pesar de todo, sigan pensando entrar en los mercados tras años de contención. "Si vas a jugar... hazlo, por Dios, con instrumentos líquidos. Si cambias de idea y llegan los signos de que el juego está llegando a su final, puedes salir", recuerda.
Druckenmiller dejó de gestionar dinero para clientes en 2010 después de tres décadas en el negocio de los hedge funds, incluyendo más de una década como estratega jefe de Soros. Desde 1986 hasta 2010 consiguió una rentabilidad media anual del 30%, una de los mejores trayectorias de la industria.
El gestor añadió que ha sido la política de la Reserva Federal la que ha forzado a los inversores a volver a la bolsa. "Ofrecen gran valor solo en comparación con los tipos de interés al 0%. No son gran cosa en valor absoluto".
"Una cosa es controlar los tipos de interés a corto plazo", añadió sobre Bernanke. "Otra cosa es cuando coges entre el 75-80% de los bonos y mantienes los precios bajos... Eso es una gran, gran apuesta el manipular el precio más importante de los mercados libres (los tipos de interés)".
Druckenmiller continuó con las críticas a la Fed, ya que su programa de compra de bonos "está cancelando las señales del mercado", y defiende que históricamente tanto los bonos como la renta variable han dado señales "maravillosas" sobre posibles problemas".
Sin embargo, con las medidas de Bernanke, esto ya no es así, y el gestor cree que solo puede terminar de dos maneras: "Con un colapso como el de 2007 y 2008 o con una monetización de la deuda e inflación"