Una década da para mucho. En la última, el fabricante de chips para smartphones y tabletas ha cuadruplicado su tamaño en bolsa, hasta convertirse en una de las cinco compañías del Nasdaq 100 con una capitalización superior a los 110.000 millones de dólares.
También ha dado pasos de gigante en la retribución, después de comenzar a remunerar a sus accionistas hace justo diez años. El punto de partida fue un pago de 2,5 centavos a finales de marzo de 2003 y diez años después, Qualcomm distribuirá un dividendo de 25 centavos, con lo que multiplica la cuantía por diez.
La multinacional estadounidense repartirá el dividendo el próximo 27 de marzo -cinco días después de anunciar sus resultados- y para recibir la entrega hay que tener el título en cartera antes del 8 de marzo. El pago supone una rentabilidad de alrededor del 0,4%, después de que Qualcomm suba más de un 7% en el parqué en lo que va de año.
Fiel a su política de dividendos crecientes, la compañía elevará el importe en la entrega de junio. Al menos es lo que prevén los analistas. Según el consenso de Bloomberg, el próximo pago podría ascender a 28 centavos, lo que implica una subida del 12%.
Además de aumentar su valor en bolsa, en la última década Qualcomm también ha peleado un sitio entre los grandes del beneficio del índice tecnológico. Se espera que este año las ganancias netas del grupo superen los 7.300 millones de dólares, lo que la sitúa como la séptima empresa del Nasdaq por beneficios. Hace diez años, la compañía ganaba menos de 900 millones de dólares.