
Ahora tienen que enfrentarse a la apreciación de sus monedas, además de luchar contra la crisis económica y la inflación.
Los gobernadores de los bancos centrales de las economías occidentales han sido los primeros en mover ficha en la renovada guerra de divisas que precisamente bautizó el ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega. La mano de los líderes de las instituciones monetarias de los países emergentes también tiene su importancia para mecer la cuna del mercado de divisas. Una mano que puede generar oportunidades de inversión.
En Brasil, tras un año y medio de rebajas de los tipos de interés, hasta situarlos en su mínimo histórico el pasado 9 de octubre de 2012 en el 7,25%, el Banco Central parece haber renunciado a seguir con esta tendencia. "Su discurso ha cambiado en las últimas semanas ante el riesgo de inflación, a pesar de la debilidad que muestra la economía", advierte José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "Nuestra meta es la inflación, así que tenemos que ajustar y calibrar nuestras políticas para alcanzar nuestros objetivos", afirmó el pasado lunes Alexandre Tombini, Presidente del Banco Central Brasileño, a The Wall Street Journal.
La apreciación del real, del 3,5% frente al dólar en 2013 y del 4% frente al euro, podría ser utilizada para combatir la inflación del país. El dato del mes de enero reflejó un avance del IPC del 6,15% interanual en enero, el dato más elevado en un año, y que podría avanzar hasta el 6,25% en marzo según las estimaciones de los analistas recogidos por Bloomberg. Así, la institución monetaria podría permitir el avance del real, algo que encajaría con el perfil técnico de su cotización en las últimas sesiones: "está en una fase lateral alcista frente al dólar y frente al euro en el corto plazo", explica Joan Cabrero, analista de Ágora A.F.
Pero, todavía hay algunos analistas que apuntan a que el Banco Central de Brasil podría retomar las rebajas de tipos en la próxima reunión que celebrará la institución la próxima semana. Los analistas de Citi indican que podrían terminar el tercer trimestre en el 7% y los de Deutsche Bank y de Itaú Unibanco los sitúan en el 6,75%. Una reactivación de la política monetaria expansiva podría retomar la fase bajista en la que se mueve el real en el largo plazo. En este sentido, la caída del dólar de las últimas sesiones puede ser entendida como "una opción de compra para entrar en el par con largos para el billete verde", apunta Cabrero.
México da media vuelta
La situación en México hace unos meses llevaba a pensar en una posible subida de tipos para combatir la inflación, sin embargo "poco a poco cambió el sesgo de la política monetaria hasta pasar ahora a hablar abiertamente de la posibilidad de recortarlos", advierte Campuzano. "El mercado asigna una probabilidad del 70% de que se recortarán los tipos de interés en la reunión de marzo desde el 4,25% actual", que se celebrará hoy, lo que podría afectar a la cotización del peso mexicano. Según estima el consenso de mercado, podría caer hasta la zona de 12,20 frente al dólar a lo largo del año, lo que significa un descenso del 6% de la divisa del país.
Muy diferente es la situación que vive el Banco Central de la India (RBI), que se encuentra atado de pies y manos para realizar una política monetaria expansiva que reanime su alicaída economía. Su PIB reducirá su avance hasta el 5% durante este año, según las estimaciones de la Oficina Central de Estadística, el dato más bajo desde el primer trimestre de 2009, lo que todavía pone en una situación más complicada al país, amenazado por las agencias de calificación de rating. El elevado déficit fiscal del país pone en peligro su calificación crediticia (de Baa3 para Moody's y de BBB- para S&P y Fitch) y, además, la inflación, que se aproxima al 8% limita los movimientos de la institución monetaria.
El pasado 29 de enero el Banco Central de la India redujo el tipo de interés para la banca comercial hasta el 7,75% desde el 8% previo, lo que hace más complicado que se vean cambios en la próxima reunión que se celebrará el próximo 19 de marzo. En este contexto, los analistas esperan un ejercicio complicado para la divisa india, que podría caer hasta la zona de 53 rupias por dólar a lo largo del año, frente a la zona de 53,9 en la que se sitúa actualmente.