
La fórmula de los políticos americanos de pactar acuerdos de mínimos y posponer lo más importante está dando alas a un "rally" bursátil al que los expertos ponen mayo como fecha de caducidad. Quien quiera sacar partido hasta entonces debe invertir sólo en grandes capitalizadas o a través de futuros, aunque los bonos municipales también dan buenas señales.
En la película Argo, ganadora al óscar a la Mejor Película e inspirada en un suceso real que, de hecho le costó la carrera presidencial a Jimmy Carter, durante el asalto a la embajada de EEUU en Irán en 1979 seis funcionarios consiguen escapar de los revolucionarios iraníes y piden asilo en la embajada de Canadá. Consiguen escapar de lo peor, pero queda en manos de la CIA la delicada misión de sacarlos del país. Con un poco de imaginación, se puede afirmar que EEUU en estos momentos está en una situación análoga: el 31 de diciembre republicanos y demócratas consiguieron un acuerdo de mínimos para poder sortear -momentáneamente- el abismo fiscal. Pero lo más difícil está todavía por hacer y, al igual que le sucede a los personajes de Argo, el tiempo corre en contra. Frederick Schaefer, experto de Schroders en renta variable de EEUU, destaca lo más importante de esos acuerdos: "Al final, los impuestos de la era Bush se hicieron permanentes para todos los que ganen menos de 400.000 dólares al año (450.000 dólares para parejas)".
No obstante, Schaefer señala que "éste era el componente del abismo fiscal más fácil de resolver", por lo que hasta marzo todavía quedan pendientes dos pesos pesados: elevar el techo de la deuda -se espera que se suba hasta los 16,4 billones de dólares-, y decidir de qué partidas del presupuesto se van a recortar -se esperan recortes superiores al billón de dólares-. Robert Wescott, presidente de Keybridge Research, estima que la elevación del techo de la deuda repercutirá en una reducción del 2 por ciento en la contribución obligatoria de los empleados a sus planes de pensiones.
Este escenario de tijeretazos pendientes se desarrolla en un contexto de fuerte antagonismo entre los dos partidos políticos y la disensión dentro de las filas de cada uno: por un lado, hay un sector demócrata que está empezando a
mostrar su desencanto por la postura que está tomando la formación al no llevar más lejos la reforma sanitaria; en el lado republicano, los miembros del Tea Party, el ala radical, se oponen frontalmente a la subida de impuestos.
En estas circunstancias, puede afirmarse que lo peor ha pasado: de un previsible ajuste automático equivalente al 6 por ciento del PIB, los expertos han pasado a barajar un ajuste fiscal de un máximo del 1,5 por ciento. Si se cumplen las previsiones de que el PIB estadounidense crezca un 2 por ciento en 2013, será un ajuste razonable, como estima Sam Wardell, experto de Pioneer Investments. Sin embargo, desde BlackRock avisan en uno de sus informes de que el déficit puede de hecho ser mayor de lo previsto: "Se espera que los ingresos procedentes de impuestos asciendan a 600.000 millones de dólares durante la siguiente década, pero ni se acerca a ser una solución para el desequilibrio fiscal".
Qué puede hacer el inversor
En Argo, el experto enviado por la CIA a Irán adiestra a los seis estadounidenses asilados clandestinamente en la embajada de Canadá para que puedan estar preparados para burlar a la inteligencia iraní y tener más probabilidades de salir del país de una forma segura. En este medio tiempo hasta que se anuncien los acuerdos que quedan por cerrar, el inversor también puede ir preparándose para salir airoso ante cualquier reacción del mercado. Robert Wescott explicaba en unas jornadas organizadas en Madrid el pasado mes de enero por Pioneer -firma de la que es asesor del comité de asignación global de activos- una teoría que él denomina "la psicología de la inversión de capital". Para Wescott, las inversiones que las empresas están dispuestas a hacer están cada vez más ligadas al ciclo económico: "Cuando los CEOs (consejeros delegados) piensan que se pueden producir cambios políticos se vuelven conservadores y acumulan liquidez". En base a esta teoría, y ya pasadas las elecciones en EEUU, Wescott prevé un incremento del 5 por ciento del capex (porcentaje de ingresos destinado a inversión) de las empresas estadounidenses.
En línea con este pronóstico, Russ Koesterich, experto de BlackRock, ve oportunidades de inversión en las empresas de Wall Street con mayor capitalización. "Creemos que el crecimiento mundial (teniendo en cuenta el crecimiento de los mercados emergentes) superará los niveles de crecimiento de EEUU, lo que implica que las empresas con mayor exposición a la economía mundial deberían registrar una rentabilidad superior". Por tanto, Koesterich razona que "esto sugiere una mayor asignación a empresas de gran capitalización y mega-caps, que generalmente se muestran menos sensibles al crecimiento interno".
Haciendo un ejercicio de criba, hemos seleccionado las empresas del S&P 500 que tienen un valor en bolsa superior a los 100.000 millones de dólares, con recomendación de compra y que tengan un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) inferior a las diez veces. El resultado no puede ser más contundente: las favoritas de los analistas son dos bancos, dos tecnológicas y una petrolera. Las agraciadas de esta selección son J.P.Morgan, Citigroup, Chevron, Microsoft y Apple. Además, y tomando como referencia precios actuales, las dos tecnológicas y J.P.Morgan pueden presumir de que tienen sendos potenciales alcistas de doble dígito a doce meses. Sin mucho margen para la imaginación, es en la compañía que preside Tim Cook donde los expertos ven más recorrido, más de un 30 por ciento a un año. Desde Fidelity, Antonio Salido explica que la gestora también está pendiente del mercado inmobiliario, las tecnológicas muy capitalizadas y los bancos, aunque considera que "ha recorrido mucho" y que "el sentimiento de los inversores da señales de recorte".
Ahí está el matiz: estas recomendaciones son para inversores que tengan un horizonte de inversión amplio. El pasado 25 de enero, el índice S&P 500 superó la barrera psicológica de los 1.500 puntos por primera vez desde antes de que estallara la crisis de las hipotecas subprime, en 2007. Se trata de un nivel muy cercano a donde sitúan las resistencias del índice los expertos de Ágora Asesores Financieros para Ecotrader, entre los 1.530 y los 1.560 puntos. Y es necesario recordar que todos los expertos recomiendan, de manera unánime, no comprar cuando el mercado está en la fase de euforia, pues se comprará caro... a no ser que se rompan dichas resistencias, evento que daría continuidad a la fiesta alcista.
Por tanto, para aquellos que realmente pretendan sacar partido en bolsa de la resolución del fiscal cliff, han de saber que los expertos tienen en mente el aforismo bursátil "vende en mayo y sal corriendo" (sell in may and go away), mes para el que se han pospuesto las decisiones clave sobre política fiscal. "El mercado está en precio, no hay oportunidades", explica Fernando Luque, editor financiero de Morningstar, aunque añade: "No hay que luchar contra los bancos centrales, y éstos están empujando a tomar riesgos". Desde Cortal Consors, donde también coinciden en que el mercado está dando señales de recorte, Victoria Ros explica que una buena alternativa para un inversor con un perfil más ajustado al trading es invertir a través de futuros "para aprovechar los movimientos más inmediatos del mercado ante los diversos acontecimientos". Ros recomienda los futuros del S&P500 (futuro S&P, futuro e-mini S&P) así como los del eurodólar (futuro euro-dólar y futuro e-mini euro-dólar) aunque puntualiza que estas recomendaciones son "siempre para un perfil de inversor experimentado y con tolerancia al riesgo".
La otra opción
Con el mercado en la zona de máximos, la divisa artificialmente debilitada y la deuda gubernamental en zona de mínimos, poco margen parece ofrecer el mercado estadounidense, salvo para los inversores que tengan un horizonte de inversión a largo plazo. "La bolsa es un indicador adelantado, aunque EEUU tenga un ciclo más adelantado que Europa no está en la parte más alta del mismo, por lo que tiene recorrido", explica Ana Hernández, de CFA Spain, que añade tajantemente: "Para la inversión a largo plazo, hay que estar en EEUU".
No obstante, hay una opción que ofrece una rentabilidad atractiva, batiendo a la inflación: bonos municipales.Western Asset Management, filial de Legg Mason, constata en un informe que "el mayor beneficio potencial" que ofrece la deuda emitida por los municipios de EEUU "los mercados más grandes son los de los estados de Nueva York y California" viene del incremento del tipo marginal máximo desde el 35 al 39,6 por ciento. "Este cambio podría fortalecer la demanda de inversiones municipales libres de impuestos que ya ofrecen rentabilidades nominales superiores a los Treasuries en todos los plazos de duración", señalan desde la gestora perteneciente a Legg Mason. Asimismo, aportan otro punto de vista: "Un tipo marginal superior impulsa el equivalente fiscal relativo a los dividendos que devengan los bonos municipales, volviéndolos incluso más atractivos sobre una base relativa frente a otras inversiones alternativas sujetas a impuestos". Desde la firma señalan que, para quienes también tengan que pagar el nuevo impuesto del 3,8 por ciento derivado del programa Medicare y/o vivan en estados con una carga impositiva mayor, como el de California, "los beneficios de los cupones libres de impuestos pueden ser todavía mayores". Opinión en la que coinciden los expertos de BlackRock: "Los bonos municipales siguen siendo competitivos para los inversores dentro de un escenario de ajuste fiscal". Aunque matizan que ven poca revalorización en estos activos, sus rentabilidades después de impuestos son atractivas y el activo en símismo sigue siendo "una fuente sólida de ingresos".
La manera más cómoda para invertir en bonos municipales es a través de ETF que repliquen su comportamiento. Según datos de ETF Database, dentro del mercado global de deuda municipal de EEUU, los dos vehículos que están siendo más rentables en el año -con sendos avances superiores al 2 por ciento- son el Market Vectors CEF Municipal Income ETF Profile (con un volumen mensual de 32.740 dólares) y el SPDR Nuveen S&P High Yield Municipal Bond ETF Profile (con un volumen mensual de 32.740 dólares). De los munis -como se conoce a esta categoría en la jerga del sector- que invierten en bonos emitidos por municipios californianos, el que mejor lo está haciendo en 2013 es el iShares S&P California Municipal Bond Fund, que sube un 1,42 por ciento en el año. Y de los relativos al mercado de emisiones de Nueva York, el más alcista es el iShares S&P NewYork Municipal Bond Fund, con un alza cercana al 1 por ciento.
Estos son los acuerdos que se pactaron in extremis el 31 de diciembre
1. Extensión permanente del tipo impositivo de la era Bush para particulares con rentas de hasta 400.000 dólares; en parejas, hasta 450.000 dólares.
2. Tasa impositiva permanente de un máximo del 15 por ciento para rentas por dividendos y plusvalías a largo plazo para particulares y parejas de hasta esos niveles. Tasa de un 20 por ciento para las rentasmás altas.
3. Tasas impositivas permanentesmás bajas para patrimonios de hasta 5 millones de dólares.
4. Solución permanente para el impuesto mínimo alternativo (AMT, por sus siglas en inglés).
5. Retraso de dosmeses para los recortes en el gasto público previstos.
6. Ampliación de un año de las prestaciones por desempleo.
7. Congelación durante un año de los recortes previstos en la remuneración de los doctores del Medicare (apodada como Doc Fix).
8. Ampliación de cinco años de los recortes en el gasto público relacionados con el estímulo.