Seguramente a Italia se le pasase por la cabeza el "elegí un mal día para dejar de fumar" que popularizó la película Aterriza como puedas. En plena tensión post electoral, el país transalpino emitió deuda a 6 meses, y la fragmentación que han dejado tras de sí las elecciones le ha encarecido la financiación.
Así, para conseguir captar 8.750 millones de euros en el mercado en letras a 6 meses, Italia ha tenido que pagar un 1,237%, frente al 0,732% de la anterior emisión, y frente al 0,85% que le costó a España colocar la misma deuda a corto plazo en la emisión que ha llevado a cabo este mismo mes.
Pero ese ha sido sólo el primer reflejo de que la tensión vuelve a ser máxima en torno a Italia. Su prima de riesgo escaló 51 puntos de golpe, se situó en los 344 puntos básicos, el dato más elevado desde el 11 de diciembre. La incertidumbre se contagió también a la deuda española, que llegó a rebasar los 400 puntos durante la sesión, aunque se alivió al cierre para terminar en los 391 puntos que, aún así, suponen su peor marca desde el 1 de enero.
De hecho, la brecha entre ambas ya se ha estrechado a sólo 47 puntos -frente a los 71 puntos que mantenían de diferencia el mismo viernes previo a las elecciones-, ya que la rentabilidad que exigían los inversores al bono a 10 años español en el mercado secundario escaló hasta el 5,36%, mientras que por la deuda a 10 años italiana han estado dispuestos a pagar un 4,89%. Pero esa huida de dinero ha tenido otro refugio: los seguros de crédito -conocidos como CDS-.
Por primera vez desde hace un año, era más caro asegurarse frente al impago del país transalpino que contra el de España. El CDS de Italia llegó a escalar por la mañana hasta los 299 puntos básicos, mientras que el español cotizaba en 292 puntos. Es decir, los inversores pagaron 29.900 euros por cubrir cada millón en deuda italiana.
"Con un Gobierno no estable, la agenda de reformas en Italia está en serias dudas. Desde nuestro punto de vista, esa agitación política, implica que es improbable que el BCE active el programa OMT [programa de recompra de bonos] para proteger las rentabilidades soberanas de corto plazo", señalan los analistas de RBS, que recalcan que el programa que la institución monetaria ha puesto a disposición de los países de la eurozona, está condicionada a que los gobiernos lleven a cabo un programa de reformas estructurales.
A quien no parece preocuparle que escale el riesgo país es a Silvio Berlusconi, que afirmó, en declaraciones recogidas por Europa Press, que "hemos vivido felizmente durante muchos años sin preocuparnos por la prima de riesgo. Es una invención de hace dos años, olvidémosla, no tiene importancia".
Al margen de España e Italia, las dudas también traspasaron las fronteras de Portugal y Grecia, cuyas primas de riesgo escalaron 49 y 36 puntos básicos, respectivamente.