Bolsa, mercados y cotizaciones

Un bocado pudre la manzana de Apple

En todas las familias cuecen habas y en aquellas donde el ajuar ronda en estos momentos los 137.000 millones de dólares de caja, son muchos los parientes lejanos que intentan llevarse la herencia antes de tiempo o, al menos, aumentar su participación a precio de saldo. Durante los últimos días, en Cupertino, donde Apple domina el imperio tecnológico legado por su progenitor, Steve Jobs, la innovación y el culto de sus visionarios se han visto trastocados por los principios de toda compañía que cotiza en bolsa: el valor creado a sus inversores.

El pulso entre el Consejo de Administración de la compañía de la manzana más adorada del planeta y el díscolo inversor David Einhorn, capitán del fondo de cobertura Greenlight Capital, se ha convertido en el nuevo melodrama de Silicon Valley. Recapitulemos. La semana pasada, Einhorn sorprendía a Tim Cook y sus chicos con una demanda, donde el activista reclamaba que Apple repartiese el descomunal valor de su caja entre sus accionistas mediante la emisión de nuevos títulos 'preferenciales' (sin derecho de voto) como fórmula de retribución. Sin embargo, si echamos un vistazo a la historia bursátil de la compañía, sus gobernantes no son partidarios de la emisión de preferentes, por eso, pensaban complicar más esta táctica durante su próxima Junta Anual de Accionistas.

Peter Oppenheimer, director financiero de Apple, optó por someter a votación una propuesta: el "cheque en blanco", que hasta ahora permitía a la compañía emitir este tipo de títulos sin más. De salir adelante, sería necesario que el Consejo de Administración aprobase la emisión de estos títulos. Ante esta propuesta, Einhorn acusó al fabricante del iPhone de tener una mentalidad "depresiva" debido a los "traumas" sufridos a lo largo de su historia. "Piensan que nunca tendrán suficiente efectivo para enfrentar posibles problemas", dijo a la CNBC.

La bofetada de Greenlight Capital se produce en un momento en que Apple ha visto cómo el valor de sus títulos se ha desplomado más de un 20% en el último trimestre de 2012. Su nueva generación de smartphones, el iPhone 5, no está teniendo una acogida apropiada a ojos de los analistas y el mercado espera ya que Cook saque el próximo conejo de su chistera. ¿Será un reloj inteligente?, ¿será una televisión interactiva?, ¿un iPhone barato?? las quinielas y cábalas no cesan mientras los títulos de la compañía ya restan un 12% en lo que va de año. Aún así, el consenso de mercado recogido por FactSet, otorga a la manzana más famosa de Wall Street una clara recomendación de compra, que se ha ido deteriorando en los últimos meses. Lo mismo ha sucedido con la valoración que le otorga la media de bancos de inversión. A pesar de que sus títulos ya cotizan por debajo de los 500 dólares, ahora los analistas estiman que pueden llegar a alcanzar los 600 en los próximos doce meses, lo que supone un recorrido del 29%. Mucho menor al que le otorgaban en abril, cuando consideraban que sus acciones podían tocar los 750 dólares.

Por su parte, Cook, el discípulo aventajado de Jobs, optó por responder a las incitaciones de Einhorn, al calificar la demanda de "una presentación tonta de diapositivas". "Los accionistas no deben ser rehenes de los intentos de obligar a Apple a un acuerdo que sólo sirve a los intereses financieros de Einhorn", fue la réplica que Apple presentó ante el tribunal, donde dejó claro que "el mandato propuesto perjudicaría el interés público".

El mordaz ataque al edén de Cupertino

En medio de este asunto, esta semana descubríamos como el desplome en el precio de las acciones de la tecnológica en el cuarto trimestre de 2012 estuvo motivado por la venta masiva de acciones llevada a cabo por fondos de cobertura capitaneados por Leon Cooperman, Eric Mindich y Thomas Steyer que se deshicieron de miles de millones de dólares en acciones de Apple entre el 30 de septiembre y el 31 de diciembre. Curiosamente, Einhorn aprovechó el desplome desde los máximos de 705 dólares alcanzados a comienzos de septiembre por la de Cupértino para incrementar su posición en la compañía hasta los 1,3 millones de títulos desde los 1,1 millones anteriores.

Dejando de lado vaivenes bursátiles, es cierto que la caja de Apple es objeto de polémica. Aún así, si echamos un vistazo, de los 137.000 millones sobre los que reposa esta manzana, 94.000 millones de dólares están fuera de las fronteras de EEUU, por lo que su repatriación podría salirle caro a Cook a la hora de lidiar con el fisco patrio.

En los últimos meses se han barajado varias ideas como el incremento de dividendo. Recordemos que Apple se comprometió en marzo a repartir 45.000 millones de dólares entre sus accionistas durante los próximos 3 años, o una posible recompra de acciones.

Sin embargo, según el código tributario estadounidense, una empresa norteamericana no puede usar su dinero en el extranjero para incrementar su dividendo o llevar a cabo recompras de acciones. Previamente, tendrían que traer el dinero de vuelta al país y pagar impuestos. De hecho, IBM ya llevó a cabo una recompra de acciones hace cinco años en la que utilizó fondos en el extranjero, y el Servicio de Ingresos Interno, (IRS o el equivalente a Hacienda en España) mostró su desaprobación.

De todas formas, como bien apunta Ryan Dagerman, analista independiente, "una recompra sería una forma de que los accionistas sacasen partido de la baja valoración actual de Apple", apunta. "Si realmente el Consejo de Administración de Apple considera que puede mantener sus beneficios, sería un error no llevar a cabo una recompra de acciones a estos niveles". Brian Marshall de ISI Group afirma en un análisis que "una asignación de capital favorable será el próximo catalizador para las acciones". Eso sí, cree que Apple podría adoptar una estrategia para devolver el 50% del flujo de su caja anual a los inversores.

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