
Todos sabemos que la crisis económica es grave y seguramente todavía queda bastante por delante. Pero los mercados son otra historia. Ellos siempre van tres pasos por delante y, desde el rescate de Bear Stearns por parte de la Fed y JP Morgan, han dejado de vivir en el peor mundo posible y han empezado a mirar al día después.
De ahí el suelo que formaron el 10 de marzo y la subida posterior, que la semana pasada superó resistencias en Europa y que está a punto de confirmar una figura de vuelta alcista en Wall Street.
Una mejoría que se está traduciendo también en la capacidad del mercado para seguir subiendo a pesar de datos económicos tan negativos como el desempleo de marzo que conocimos el viernes. Pero quizá la prueba definitiva es que una noticia que hace unas semanas habría abierto todos los medios financieros y habría provocado una hecatombe de las cotizaciones, ahora ha pasado casi desapercibida: la rebaja del rating a MBIA, la principal aseguradora de bonos monoline.
Asegurar emisiones de bonos de empresas
¿Se acuerdan a las monoline? Sí, esas compañías que se dedicaban a asegurar emisiones de bonos de empresas o bancos con un rating (calificación crediticia) no muy alto, a los que las monolines prestaban su inmejorable triple A para que pudieran emitir a un tipo de interés más bajo y acceder a los inversores y fondos que sólo pueden comprar bonos con la máxima calificación (a cambio de una comisión, claro).
Hace un par de meses, las monoline se vieron afectadas por la crisis de crédito, con lo que corrían el riesgo de una rebaja de rating que sería mortal de necesidad: eso significaba la rebaja inmediata de todas las emisiones aseguradas por la monoline, con la consecuencia de la caída del precio de esos bonos y las ventas masivas por parte de los que sólo pueden invertir en triple A. Y en un mercado de deuda en caída libre o directamente cerrado en muchos casos, eso iba a ser la catástrofe. Hasta el punto de que las autoridades de EEUU elaboraron un plan para rescatar al sector.
Hace un mes no es ahora
Pues bien, el viernes una agencia de calificación, Fitch, hizo realidad los temores y rebajó el rating de MBIA. Pero no sólo el mundo no se ha hundido, sino que prácticamente nadie se ha enterado. ¿Cómo es posible? El blog 'MarketBeat' del 'Wall Street Journal' advierte que una rebaja por parte de Fitch no es tan grave como si viniera de Standard & Poor's o de Moody's, las dos agencias de rating más importantes.
Pero, más allá, considera que "el comportamiento del mercado el viernes sugiere que los inversores ven que los miedos sobre estas agencias como 'algo de hace un mes', porque todo eso ocurrió antes de los esfuerzos de la Fed para frenar la crisis de los mercados de crédito.". Añade que "si hubiera ocurrido hace un mes, el mercado se habría hundido, aunque fuera brevemente".
Precios de la deuda pública
A juicio de David Gaffen, autor de este blog, "los inversores tanto de renta fija como de renta variable han cambiado su atención desde las turbulencias del mercado de crédito ha preocupaciones más generales sobre la economía". Y cita otro fenómeno ocurrido el viernes que reafirma esta mejora del sentimiento del mercado: la subida de los precios de la deuda pública (caída de su rentabilidad) fue mucho menor de lo que cabía esperar después de la tercera caída mensual consecutiva del paro, y la peor cifra desde marzo de 2003.
Otra posible explicación para este buen comportamiento es que el mercado ha empezado a discriminar entre unas y otras entidades financieras, y ya no las mete a todas en el mismo saco. Una vez que parece que los grandes bancos han hecho el grueso de la limpieza de sus balances, ahora los temores se centran en los bancos regionales de EEUU. Así, el viernes Washington Mutual se hundió el 11,5% en un día plano para los índices.