Entre bancos anda el juego. Del tipo que sean. Bancos privados, bancos centrales y supervisores bancarios están marcando la pauta en este arranque de 2013. Y por el momento, para bien. Al menos, a los mercados, tanto de renta variable como de renta fija, les ha sentado de maravilla.
En particular a aquellos más castigados o penalizados durante 2012 con motivo de la crisis del euro. Como España, que está gozando de un inicio de año espectacular desde todos los ángulos financieros posibles. Lo está reflejando el Ibex 35, que suma ya un 6,1% en las ocho sesiones celebradas en 2013 -incluyendo el 2,7% de esta semana- y que se encuentra en los 8.664,7 puntos, con lo que camina en sus niveles más altos en once meses. Y también lo está disfrutando, especialmente, la deuda pública. El rendimiento del bono a 10 años ha descendido esta semana del 5,05 al 4,89% y la prima de riesgo, que mide la diferencia entre esta rentabilidad y la del bono alemán a una década, se ha enfriado de los 352 a los 330 puntos básicos. Hay que remontarse hasta marzo de 2012 para encontrar ambas referencias tan bajas. Adicionalmente, el retorno del apetito por el papel español alcanza al sector privado. Las empresas y los bancos españoles ya han captado más de 7.000 millones de euros en los mercados en el comienzo del año, cuando en todo enero de 2012 apenas captaron 1.500 millones, además de que ninguna entidad fue capaz de emitir deuda, de tan cerrados que estaban los cauces de financiación.
Más tiempo para reunir liquidez...
Este baile comenzó con la flexibilidad ofrecida por los supervisores a las entidades bancarias para cumplir los nuevos criterios de liquidez de Basilea III. Los bancos dispondrán de más plazo y más instrumentos para reunir el dinero extra requerido por la normativa para afrontar posibles contingencias futuras. Esta concesión, combinada con el aluvión de emisiones de deuda de las últimas sesiones, desató una oleada de compras en el sector que se ha prolongado durante toda la semana. Dentro del Ibex, Bankinter ha subido un 18,9% en el conjunto de las cinco últimas jornadas; Popular, un 13,8%; CaixaBank, un 7,5%; BBVA, un 5,6%; Santander, un 4,1%; y Sabadell, un 3,2%. Y en el EuroStoxx 50, Société Générale se ha revalorizado un 12,1%; Unicredit, un 9,9%; Intesa, un 7,9%; Deutsche Bank, un 7,1%; e ING, un 5,1%.
...límite a los depósitos...
Acotando el terreno a España, el sector financiero mantuvo su protagonismo, esta vez compartido con el Banco de España. El supervisor ha comenzado el año con la pretensión de poner firme al sector. Y en su afán de poner orden, ha impuesto a las entidades financieras -de momento, de forma verbal a la espera de plasmarlo en una circular- un límite para la rentabilidad que ofrecen con sus depósitos a 12 meses. En concreto, no podrán exceder los tipos de interés oficiales en más de un punto porcentual. Como el precio del dinero se encuentra en el 0,75%, ese tope se sitúa ahora en el 1,75%. Superar ese tope conllevará como penalización la exigencia de más capital a la entidad que lo haga. Y también limitará el rendimiento de otros productos, como los pagarés, para evitar fugas que rompan la disciplina que quiere instaurar. Se trata de una medida con el potencial de causar distintos impactos en el mundo de la inversión, como la de provocar una migración hacia la deuda pública o estimular la asunción de más riesgos -es decir, invirtiendo en bolsa o deuda privada-.
...y mayor confianza del BCE
Otros bancos, en este caso los centrales, también han desempeñado un papel de lo más activo durante esta semana. Ha sobresalido el Banco Central Europeo (BCE) y lo ha hecho sobre todo por el tono más optimista de lo previsto que mostró en la primera reunión de 2013, celebrada el jueves. Su presidente, Mario Draghi, destacó que en los últimos meses se han producido "mejoras significativas en los mercados financieros" que han permitido "reducir la fragmentación" que mostraban en verano. Como contrapartida, esta mayor confianza se tradujo en que el BCE ha desactivado la rebaja de los tipos de interés que la propia entidad dejó entrever en diciembre y que los inversores intuían para el primer trimestre del año. Por ahora, sin embargo, el abaratamieno del precio del dinero tendrá que esperar.
Este viraje dio alas al euro, crecido en sus cruces contra el dólar y el yen. Ha firmado su semana más alcista contra el billete verde desde septiembre al apreciarse un 2,1%, hasta los 1,335 dólares, con lo que se sitúa en su cambio más alto desde abril de 2012. Aún mayor ha sido su empuje contra la divisa nipona. Se ha revalorizado un 3,3%, hasta los 119 yenes, su máximo desde mayo de 2011. En el caso del yen, su fortaleza también se explica por los nuevos estímulos aplicados por el Gobierno japonés, cifrados en 170.000 millones de euros, que con toda seguridad tendrán continuidad por parte del Banco de Japón.