Bolsa, mercados y cotizaciones

El BCE enfría la posibilidad de rebajar más los tipos de interés

El Banco Central Europeo (BCE) considera que aún puede vivir de las rentas. Que, por ahora, no hacen falta más medidas, confiado en el poderoso influjo que aún ejerce sobre el mercado la histórica maniobra realizada durante el verano de 2012, cuando ideó un nuevo programa de compras de deuda -que responde a las siglas OMT- que sirvió para anestesiar las fuertes presiones que sufría la deuda periférica y reforzar los pilares del euro. De ahí que en la primera reunión de 2013, enfriara los ánimos con respecto a la posibilidad de acometer con prontitud una rebaja de los tipos de interés, que permanecen en el 0,75 %.

Las expectativas contemplaban una reducción del precio del dinero en el arranque del ejercicio. Tal vez incluso en enero, pero sin duda en febrero o marzo. Así lo había auspiciado el propio presidente de la entidad, Mario Draghi, al haber confesado que en la reunión de diciembre se había producido una "fuerte discusión" con respecto a la posibilidad de reducir los tipos. En el habitual lenguaje encriptado de los banqueros centrales, ese mensaje equivalía a decir que el BCE estaba cocinando ya un recorte de los intereses hasta el 0,5 %. Pero volvió sobre sus mismos pasos. Esta vez, Draghi precisó que la decisión de mantener el precio del dinero en el 0,75 % fue "unánime" y que ni siquiera se planteó la alternativa de abaratarlo.

Por tanto, el recorte de los tipos entró de nuevo en la nevera. "Es un giro sorprendente tras el mensaje que había enviado en diciembre", valora José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Tras la rueda de prensa del BCE, reiteramos nuestro punto de vista de que el ciclo de bajadas de los tipos de interés por parte del BCE ha terminado", aseguran desde BlackRock. "Un rebaja de los intereses parece bastante improbable en un futuro cercano", remacha Marie Diron, de Ernst & Young Eurozone Forecast.

"Mejoría signicativa"

Draghi fundamentó sus menores prisas en la "significativa mejoría registrada en los mercados", traducida a su vez en una "reducción de la fragmentación financiera" en la eurozona. Y citó ejemplos concretos, como la favorable evolución de las bolsas, la moderación de los rendimientos de la deuda pública periférica o la caída de la volatilidad. En este sentido, el banquero italiano valoró que esta evolución se trata de una "normalización de las condiciones financieras". Abundando en este planteamiento, Draghi incluso se atrevió a vaticinar "unas mejores condiciones de crédito para finales de 2013".

Recuperación gradual

Si se confirmaran sus pronósticos, se trataría de un paso clave para fomentar la recuperación. De hecho, reconoció que eso es precisamente lo que falta, que esa mejoría en los cauces financieros se canalice hacia la economía real. Pero confía en que se producirá "un contagio positivo hacia la economía real", de tal modo que "a finales de 2013 la actividad económica debería recuperarse gradualmente". Eso sí, no ocultó que "los riesgos sobre el crecimiento siguen siendo bajistas".

Y aún envió dos recados más. Por un lado, afirmó que "no hay marcha atrás" en las medidas de austeridad de España e Italia; y por otro, pidió a los países que mantengan sus reformas para estimular su competitividad y generar empleo.

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