Bolsa, mercados y cotizaciones

Draghi edulcora las 'uvas envenenadas' de la crisis del euro

"Vivir en tiempos interesantes". No es lo que parece. Este proverbio chino no posee un significado positivo. Supone una maldición. Y la crisis financiera y económica desatada en 2007 y bautizada como Gran Recesión así lo está confirmando.

Porque desde luego son tiempos interesantes, pero con una carga dramática y unas consecuencias tan graves que incrementan la añoranza de épocas no tan interesantes. El año que cuenta ya sus últimas horas constata estas sensaciones. Ha estado lleno de complicaciones, con situaciones límite en las que incluso se ha temido que España no pudiera pagar su deuda o que el euro saltara por los aires. Finalmente, sin embargo, apurará el calendario con un tono más positivo. La crisis de la deuda soberana europea ha remitido -aunque, ojo, sigue viva- de la mano del Banco Central Europeo (BCE) y 2012 se despide en los mercados con un semblante menos lúgubre del que ha mostrado durante buena parte del ejercicio.

Eso en lo que respecta a España, porque en otros mercados bursátiles, bien sean desarrollados -como los europeos y los estadounidenses- bien sean emergentes, han predominado las ganancias. Es más, en la mayoría de los casos cuentan avances de doble dígito, con lo que bajarán la persiana de un año de marcado tono positivo.

Ibex 35: de menos a más

Dos años en uno. Así ha sido 2012 para la bolsa española. Porque ha habido un antes, malo, muy malo; y un después, mejor, mucho mejor. Y como punto de inflexión, Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), que a finales de julio salió en defensa del euro y, ya de paso, rescató al Ibex, que por entonces malvivía en sus niveles más bajos desde 2003, por debajo de los 6.000 puntos. Desde aquel 26 de julio, un espectacular rebote del 35% ha minimizado las pérdidas anuales. Finalmente -y a expensas de la media sesión del lunes-, el Ibex cae un 5,1% en 2012, hasta los 8.131 puntos. De este modo, cierra su tercer ejercicio consecutivo en números rojos e iguala la secuencia bajista ininterrumpida sufrida entre 2000 y 2002.

Los extremos: Grifols y Bankia

Que 2012 ha sido un año de extremos y disparidades se observa bien a las claras cuando se mira el interior del Ibex. Ese análisis divide el índice en dos mitades simétricas, porque 17 de sus 35 integrantes terminarán el ejercicio en positivo y otros 17 lo harán en negativo -los nuevos títulos de Abengoa comenzaron a cotizar en octubre, por lo que no se puede hacer un balance anual-. El honor de ser el valor más alcista de 2012 corresponde a la compañía de hemoderivados Grifols, con una subida del 104%. Completan el pódium ganador Inditex y Amadeus con unos avances del 65 y del 52%, respectivamente. En el extremo opuesto, los problemas de las entidades financieras emergen con claridad. El farolillo rojo recae en Bankia, con un retroceso del 89% en un año para olvidar. Otro banco, Popular, le sigue, con una caída del 69,5%, mientras que la constructora Sacyr cierra 2012 con un descenso del 56%.

Europa, mejor que EEUU

En la Ryder Cup bursátil de 2012, los mercados europeos se imponen a los estadounidenses. Constituye una de las sorpresas del año, puesto que a priori Wall Street partía con unas condiciones más ventajosas. Pero una cosa son las previsiones y otra muy distinta la realidad, y los principales índices europeos -con la excepción precisamente del Ibex- finalizarán con avances más lustrosos en sus marcadores. Sobresale el caso del Dax alemán, que cierra 2012 con unas ganancias del 29%, su mejor balance desde 2003. Tomando como referencia de la zona euro la evolución del EuroStoxx 50, se anota un avance del 13,4%, con lo que firma su primera subida anual desde 2009. Incluso el Ftse Mib italiano, que también ha sufrido los rigores de la crisis del euro durante buena parte del ejercicio, acabará el año con ascensos próximos al 10%. Al otro lado del Atlántico, el Dow Jones suma un 6,6%; el S&P 500, un 12,2%; y el Nasdaq Composite, un 14,3%.

Buena cosecha emergente

Los mercados emergentes ratifican que la cosecha de 2012 ha sido eminentemente alcista en la renta variable. Tomando como referencia los BRIC -Brasil, Rusia, India y China-, todos despedirán el ejercicio en positivo. Sobresale, eso sí, la I de India, con una revalorización del 25%. Le siguen Rusia, con un avance próximo al 11%, y Brasil, que suma un 6,5%. ¿Y China? Pues también va a cerrar el año en positivo gracias al espectacular rally alcista que ha protagonizado en diciembre, mes en el que el índice CSI 300 ha remontado cerca de un 16%, en el que ha supuesto su mejor mes desde julio de 2009. Este acelerón le permitirá obtener un balance favorable del 5,5% en 2012.

Primas... de mucho riesgo

Si alguien aún no había escuchado nunca el concepto prima de riesgo, con total seguridad acabará 2012 empachado de él. Este termómetro de la desconfianza, que mide el interés extra que exigen los inversores a los bonos españoles a 10 años con respecto a los alemanes con el mismo vencimiento, se ha convertido en uno de los protagonistas fundamentales del año. Y eso que la cosa no comenzó mal, puesto que en enero y febrero llegó a descender hasta los 300 puntos básicos, por debajo de los 326 a los que había cerrado 2011.

Pero todo se alteró con la llegada de la primavera. La tardía presentación de los Presupuestos Generales de 2012, la constatación de la fuerte desviación del déficit público de 2011 -primero revisado al alza hasta el 8,5%; luego en mayo hasta el 8,9%; y finalmente hasta el 9,4%- y la petición de un rescate bancario contrarreloj tras el descalabro de Bankia alimentaron toda suerte de dudas y especulaciones con respecto a España.

Todo parecía posible, incluso la posibilidad de que no se pudiera pagar la deuda ante el riesgo de que el Tesoro perdiera su acceso al mercado. El agolpamiento de tantos temores provocó que la prima de riesgo llegara a tocar los 650 puntos en la mañana del 25 de julio. Pero justo en ese momento apareció el mensaje redentor del presidente del BCE, Mario Draghi. Al día siguiente, en un 26 de julio que quedará para el recuerdo, el banquero italiano realizó una histórica y encendida defensa del euro. Aseguró que la construcción europea es "irreversible" y que estaba dispuesto a hacer "todo lo necesario" para preservar el euro. "Y créanme, será suficiente", remató. Estas palabras y su plasmación posterior en un nuevo programa de compras de deuda pública (OMT) cambiaron el curso del año por completo. El temor a una posible ruptura del euro se difuminó y las sospechas sobre la deuda española se relajaron. Como consecuencia, la prima de riesgo ha descendido con fuerza desde entonces y terminó el año en los 395 puntos básicos, por encima del cierre de 2011, pero muy por debajo de los niveles extremos alcanzados en verano. Un último apunte ofrece una perspectiva mejor para valorar la auténtica magnitud de estos niveles: hay que remontarse hasta 1994 para encontrar a la prima tan alta al cierre de un año.

Mucho mejor le ha ido a la prima de riesgo de Italia. En su caso, como la recta final de 2011 fue especialmente tensa para la deuda transalpina, termina 2012 mostrando un semblante mucho más cómodo. Así, el diferencial entre sus bonos a 10 años y los de Alemania se ha moderado de los 528 a los 325 puntos básicos en el último año.

Aún por encima del 5%...

La misma trayectoria seguida por la prima de riesgo es la que ha protagonizado la rentabilidad del bono español a 10 años. La tensión alcanzó cotas extremas en julio, cuando llegó a escalar hasta el 7,75%. Había que rebobinar hasta los años 90 -es decir, hasta los tiempos de la peseta-, pero encontrar un rendimiento tan alto. O lo que es lo mismo, para que a España le saliera tan caro financiarse en los mercados. Por fortuna, el quite de Draghi propició una paulatina recuperación, aunque los costes de financiación continúan siendo demasiados altos en medio de la recesión actual. La rentabilidad de los bonos españoles a una década finalizará 2012 en el 5,25%, por encima del 5,09% que al que despidió 2011.

En contraposición con la situación española, y como un síntoma adicional de la crisis del euro, el rendimiento de los bonos alemanes a 10 años se ha habituado en 2012 a vivir en zona de mínimos históricos. En los momentos de mayor tensión, la huida de los inversores de la periferia al núcleo provocó que la rentabilidad del bund llegara a caer al 1,16%. Finalizó el año en el 1,3%, por debajo del 1,83% de 2011. Los bonos estadounidenses también se mueven en zonas históricamente bajas. En su caso, despidieron 2012 en el 1,71%, por debajo del 1,87% de 2011.

...aunque con menos miedo

Aunque tanto la prima de riesgo como el rendimiento de los bonos españoles van a acabar 2012 por encima de los niveles de cierre de 2011, otro de los termómetros para medir el riesgo soberano sí logrará hacerlo por debajo. Se trata del seguro contra el impago (CDS) de la deuda española, que en el conjunto desciende un 23%, hasta los 293 puntos básicos, después de que en verano llegara a escalar hasta los 640 puntos. El retroceso de los últimos meses -de nuevo auspiciado por Draghi- constata el menor temor a un impago de la deuda por parte de España; como hay menos miedo, los inversores demandan menos CDS y su precio baja. Lo mismo ocurre con el CDS sobre la deuda italiana, que en 2012 se modera un 40%, hasta los 285 puntos básicos.

Remontada del euro

Las palabras de Draghi no sólo han tenido efectos en la renta variable y la deuda pública. También han marcado un antes y un después para el euro. Desde finales de julio, la moneda única se ha revalorizado contra el resto de las principales divisas del mundo. En especial, se ha apreciado contra el dólar y el yen japonés. En ambos casos, a la confianza aportada por el presidente del BCE se ha sumado que tanto la Reserva Federal estadounidenses como el Banco de Japón han adoptado nuevos estímulos monetarios en la recta final de 2012, unas iniciativas que han contribuido a debilitar más sus respectivas divisas. En el conjunto del año, el euro se ha fortalecido un 2% contra el dólar, hasta los 1,322 dólares, después de subir un 9% desde el mensaje de Draghi. Contra el yen se ha revalorizado un 14%, hasta los 113,9 yenes, tras haberse apreciado un 20% desde finales de julio.

Con todo, el euro no ha figurado entre las monedas más fuertes del año. Ese honor ha vuelto a recaer en las monedas nórdicas; en concreto, en las coronas noruega y sueca. Y en tercer lugar se ha colado el dólar neozelandés.

Tipos bajo mínimos

Los bancos centrales han seguido siendo muy activos durante 2012, con lo que han situado a la política monetaria en los niveles más expansivos que se recuerdan. En muchos casos, como los de la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón, recurriendo a herramientas heterodoxas con las que luchar contra la crisis mediante la impresión de más billetes. En lo que respecta al Banco Central Europeo, ha combinado las vías más habituales, como el manejo de los tipos de interés, con otras menos convencionales, como la creación del citado programa de compras de deuda (OMT). Draghi, que en su momento ya hizo historia al reducir los tipos de interés en sus dos primeras reuniones como presidente del BCE, ha dado en 2012 continuidad a esos recortes. Lo hizo en julio, cuando abarató el precio del dinero del 1 al 0,75%, el nivel más bajo de siempre. Al mismo tiempo, redujo el tipo de interés de la facilidad de depósito al 0%.

Respiro histórico del euribor

El euribor a 12 meses, la principal referencia para la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, lo ha tenido todo a favor en el último año para descender sin prisa, pero también sin pausa. Para empezar, encontró un aliado extraordinario en los préstamos a tres años que el BCE ofreció a las entidades financieras europeas. Y para continuar, se apoyó igualmente en la rebaja de los tipos de interés efectuada por la institución presidida por Mario Draghi. Con los bancos provistos de suficiente liquidez y con el precio del dinero más barato de la historia, el euribor terminará 2012 cerca del 0,5%, muy por debajo del 1,95% al que finalizó 2011. La referencia hipotecaria nunca ha estado tan baja y su promedio mensual, que es el que se tiene en cuenta para las revisiones de los contratos, acumula ya cinco meses consecutivos por debajo del 1%.

Además, este año ha estado marcado por la llegada de una nueva referencia hipotecaria. Se trata del IRS a 5 años, del que el Banco de España da datos oficiales desde octubre y que también se encuentra por debajo del 1%.

Petróleo: no es lo mismo

La evolución ha ido por barrios en lo que respecta al petróleo. Las tensiones geopolíticas, con epicentro en Irán y Oriente Medio, han dejado su huella en el barril Brent, de referencia en Europa, que ha firmado su cuarto año alcista consecutivo. En concreto, se ha encarecido un 2,5%, hasta los 110 dólares. Por el contrario, el barril estadounidense WTI ha cedido terreno, menos presionado por esas tensiones y asistido por las expectativas de que EEUU podría convertirse en el mayor productor mundial de petróleo en el futuro. En 2012 se ha abaratado un 8,5%, hasta los 90,5 dólares.

El oro prolonga la racha

No ha sido su año más destacado. Pero cuando un activo -el que sea- acumula 11 años consecutivos al alza, el simple hecho de que alargue la racha uno más y encadene ya 12 seguidos es digno de mención. Y esta secuencia tan impresionante es la que ha completado el oro en 2012. No cierra en negativo desde el año 2000. Mostrando esta vez un comportamiento más alineado con los activos con riesgo -como las bolsas- que con los activos refugio, la onza del metal precioso ha subido un 6%, hasta los 1.660 dólares.

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