Bruselas, 17 jul (EFECOM).- España es, junto a Irlanda, el país de la UE con menores costes operativos en los servicios de banca minorista pero, al mismo tiempo, las entidades bancarias españolas son las que más beneficios obtiene de los créditos hipotecaros, según un informe hecho público hoy por la Comisión Europea.
Frente a los 265 euros que Luxemburgo ingresa por cada cuenta corriente personal, en España esta cifra se reduce a 40 euros, una de las más bajas de la UE, sólo superior a la de Lituania (15 euros), Suecia (22) y Portugal (32).
Así lo muestran los resultados preliminares de una investigación sobre la competencia en el sector de la banca minorista, que está realizando la Comisión Europea y que señala que hay "importantes obstáculos" a la competencia en este sector, especialmente debido a la fragmentación del mercado y a la gran diversidad de tarifas de los servicios bancarios.
La media de los costes operativos de los servicios de banca minorista era en 2004 del 63% de los ingresos totales por este concepto, porcentaje que va desde el 45-50% en España e Irlanda, al 75-80% en Alemania, Austria y Holanda.
De los servicios que detalla el informe, los ingresos de los bancos españoles por cuentas de depósito y ahorro alcanzaban ese año los 101 euros, una de las cifras más altas, sólo superada por Bélgica (162) y Hungría (102), y por encima de la media de la UE, que es de 64 euros.
En el caso de los préstamos personales, España está por debajo de la media (367 euros), con 363 euros, al igual que en las tarjetas de crédito, que generan unos ingresos a los bancos españoles de 50 euros por usuario, frente a la media comunitaria de 65.
Sin embargo, en lo que se refiere a las hipotecas, las entidades bancarias españolas son las que pero paradas salen de la comparación realizada por Bruselas, ya que los ingresos medios se elevan a 1.787 euros por usuario, la cifra más alta de la UE.
Esa cifra es mucho más alta que la del resto de los países, ya que en Finlandia, país que ocupa la segunda posición, los bancos ingresan 1.335 euros por ese concepto y la medida de la UE es de 1.015 euros.
Esta diversidad de precios en los servicios bancarios es uno de los obstáculos reseñados por el informe, que fue presentado hoy por la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, durante una conferencia en Bruselas.
Kroes indicó que con su investigación -que aún durará tres meses más-, la Comisión pretende dar una oportunidad a las entidades bancarias para que señalen las barreras existentes en cada estado miembro, pero, hasta ahora y "con unas cuantas excepciones, la industria no ha respondido".
"Esto es decepcionante ya que demuestra que los actores en el mercado ponen más énfasis en defender y proteger su actual posición en el mercado que en buscar nuevas oportunidades en Europa", afirmó la comisaria, que pidió mayor colaboración a los bancos en los tres meses que quedan de investigación.
Además de la diversidad de precios, la investigación ha detectado "importantes obstáculos de entrada" al mercado, incluyendo "el acceso a los sistemas de pago y a las bases de datos de crédito".
También están "altamente fragmentados" los sistemas de pago interbancarios, lo que hace que una entidad que opera en diferentes estados miembros tenga que adaptarse a diferentes estándares, con el coste que esto supone.
La movilidad del usuario es baja, con una media de 10 años de permanencia en el mismo banco para las cuentas personales y de 8 en el caso de las pequeñas y medianas empresas.
Otro de los problemas detectados por la investigación es que los beneficios de las actividades bancarias minoristas varía mucho en la UE.
En 2004, los bancos de España, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Reino Unido y Suecia, generaron unos beneficios antes de impuestos de alrededor del 40% del total de ingresos por los servicios minoristas, superior a la media de la UE, que es del 28%.
En otros países, como Austria y Alemania, ese porcentaje se quedó en un 11 y 17%, respectivamente.
La comisaria explicó que presentará un informe final sobre este sector a finales de año, en el que espera determinar cuál es la razón de estos problemas, si se trata de un comportamiento anti-competitivo de los bancos, fallos estructurales de los mercados o normas inadecuadas.
Este análisis del sector minorista es una segunda fase de una investigación profunda de la Comisión sobre las actividades bancarias tras una primera centrada en las tarjetas bancarias y puso de relevancia su excesivo coste y los abultados beneficios que obtienen las entidades financieras por ese concepto. EFECOM
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