"Tengo la acción, ¿compro o vendo?, ¿qué hago?", gritaba desde la cabina de Citi en el parqué de la New York Stock Exchange uno de sus traders. Un revuelo que marcó buena parte de la sesión, después de que la Bolsa de Nueva York abriera hoy sus puertas tras el parón de 48 horas provocado por el impacto de Sandy.
El esfuerzo de NYSE Euronext por garantizar la negociación de acciones estuvo rodeado de escollos ya que el histórico edificio localizado en la esquina de Broad con Wall Street encendió sus luces a medio gas con un generador de emergecia y sin acceso alguno a Internet.
"No me puedo creer que esté operando con la información que está ofreciendo el canal Bloomberg en televisión" reconocía Ben Willis de Sunrise Securities mientras demostraba cierta frustración al no poder acceder a las cotizaciones a través de su ordenador. Dicho esto, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, escoltado por el consejero delegado de NYSE Euronext, Duncan Niederauer, fueron los encargados de dar la campanada que dio por abierta una jornada llena de altibajos. El primer edil de la ciudad evitó responder en todo momento a las preguntas de los periodistas y abandonó la bolsa inmediatamente tras la ceremonia de apertura.
"El arranque ha ido bien y con bastante rapidez" aseguró Niederauer minutos después de las 9:30 de la mañana, hora local. "La participación está siendo mucho más activa de lo que pensábamos", dijo. "Algunos han operado como de costumbre, otros están usando planes alternativos", matizó. Cierto es que las grandes pantallas a ambos lados del parqué que ilustran con gráficos y números la evolución de la sesión permanecieron apagadas durante buena parte de la misma. Las tímidas subidas que marcaron el comienzo de la negociación para los tres principales indicadores se esfumaron a media sesión.
Poco más de un centenar de personas se encargaron de que la falta de internet y de recepción no fuera un problema mientras NYSE Euronext ofreció desayuno y comida gratis a todos los allí presentes. "Estamos viviendo un momento histórico, esto no ha sucedido nunca" reconocía a este periódico Marlon Lain, director de comunicaciones de NYFP.
Cabe recordar que por primera vez desde 1888, la Bolsa de Nueva York permaneció cerrada durante dos días laborables a causa de una catástrofe natural. Cierto es que las inmediaciones al edificio seguían sin luz ni agua potable, una situación que podría extenderse hasta la próxima semana. La New York Stock Exchange abrirá hoy y mañana con normalidad sus operaciones pero según informó la compañía seguirá usando su generador de emergencia durante las próximas dos jornada para garantizar la negociación.
Sandy costará entre 50.000 y 70.000 millones de dólares
Mientras millones de casas seguían ayer sin electricidad ni agua potable y el presidente Barack Obama visitaba Nueva Jersey acompañado por su gobernador Chris Christie para observar en primera persona los efectos devastadores de la catástrofe, los expertos calculaban ya la factura dejada por Sandy.
"Es ingenuo pensar que Sandy será un estímulo para la economía", determinó la consultora IHS Global Insight en un informe emitido ayer. Sus economistas Gregory Daco y Gault Nigel explicaron que no existe "ninguna garantía de que las actividades de reconstrucción supongan un gasto extra", al mismo tiempo que situaron el coste de los daños entre los 50.000 y 70.000 millones de dólares. Por su parte, Mark Zandi, de Moodys.com, estimó que el valor de dos días de cierre sobre la actividad empresarial de la región podría alcanzar un valor de alrededor de 20.000 millones de dólares.
Por otro lado, aquellos negocios que optaron por hacer caja de la catástrofe e incrementar sus precios, llegando a cobrar hasta 4 dólares por una lata de refresco, podrían enfrentarse a posibles multas. El Fiscal General de Nueva York, Eric Schneiderman envió hoy un comunicado donde advertía "contra la inflación de precios de los bienes y servicios necesarios tras la catástrofe". Christie, gobernador de NJ, recordó que la especulación de precios "dará lugar a sanciones importantes".
El aeropuerto John Fitzgerald Kennedy ha reabierto sus puertas y las autoridades metropolitanas de Nueva York indicaron que el sistema de metro comenzaría a operar mañana de forma muy limitada. Los autobuses públicos funcionaron durante la jornada de ayer de forma gratuita y se espera que la ciudad no recupere la normalidad por lo menos hasta finales de semana. El huracán Sandy se ha cobrado hasta el momento un total de 55 víctimas mortales.