La tensa calma en la que habita el mercado desde que descuenta que la petición de rescate de España a Europa será inminente tocó a su fin ayer, tras volver a sobrepasar la barrera de los 400 puntos básicos, para cerrar en los 405 puntos. Y eso, pese a que la subasta celebrada por el Tesoro Público se saldó de forma positiva.
Todo empezó el viernes, cuando el diferencial con el bono alemán, que mide la desconfianza de los inversores sobre la solvencia de la deuda española, dejó a un lado los descensos registrados durante tres sesiones consecutivas, en las que consiguió bajar 63 puntos básicos. Desde entonces, la prima de riesgo no ha dejado de escalar.
Desde que terminara la cumbre europea celebrada el jueves y viernes pasado, en la que no hubo avances sobre la fecha en la que el Gobierno podría solicitar ayuda a sus socios europeos, y tras el rechazo de Alemania a la línea de crédito preventiva, la presión sobre la deuda española no ha dejado de aumentar.
"Ha bastado con que desde el jueves no se haya producido ninguna noticia sobre esta cuestión para que la deuda española cotizada haya empeorado", señala Daniel Pingarrón de IG. "Los mercados de deuda saben que depende exclusivamente de ellos acelerar la petición de rescate por parte del Gobierno español (...). De esta manera, si cada x días no tienen noticias sobre ello, muestran su impaciencia", añade.
Y dicho y hecho. En las últimas tres sesiones, la prima de riesgo española, que mide la diferencia entre nuestros bonos y los alemanes a una década, ha trepado 34 puntos básicos -sólo escaló 17 puntos-.
Un repunte que ha estado acompañado de un aumento en el interés que los inversores demandan a los bonos españoles a una década, que se incrementó del 5,49% al 5,62%. "Consideramos clave el comportamiento del bono español en la zona del 5,65%", señala Miguel Ángel Paz, de Unicorp. "Si el bono supera al alza esta zona (...) lo consideraríamos una primera señal de debilidad en la tendencia alcista principal y por lo tanto, habría que reducir riesgos en las carteras", añade.
El peor comportamiento de la deuda en el mercado también se vio agravado por la estocada de la agencia de calificación Moody's a la nota crediticia de cinco Comunidades Autónomas -Cataluña, Valencia, Murcia, Extremadura y Andalucía- a última hora del lunes.
Aunque eso no impidió que el Tesoro Público saldara con éxito la subasta de letras a 3 y 6 meses. El objetivo que se había marcado esta vez la institución para la última emisión de octubre era captar entre 2.500 y 3.500 millones en letras a 3 y 6 meses. Y logró 3.528 millones de euros. A favor jugó el mayor apetito de los inversores, que descuentan que el rescate llegará más pronto que tarde. De ser así, el Banco Central Europeo (BCE) tendría vía libre para hacer compras de títulos en el mercado secundario. No obstante, la alta demanda no evitó que España tuviera que aumentar la factura a pagar en el caso de las letras a 3 meses.
En concreto, el interés de estos títulos pasó del 1,2% al 1,41%, lo que supuso incrementar el coste de financiación un 17% respecto a la última subasta de iguales características celebrada en septiembre. Aun así, la demanda superó en 4,3 veces la oferta, frente a las 3,29 veces anteriores. En las letras a seis meses, por el contrario, el Tesoro pagó un 2,023% frente al 2,213% que entregó en septiembre.