Bolsa, mercados y cotizaciones

España ya ha cubierto el 94% de las emisiones de bonos de todo 2012

Era la semana clave. De octubre y de los próximos meses, porque el resultado se antojaba determinante para el futuro de España. Y el Tesoro Público, el organismo encargado de emitir la deuda pública española, la ha superado con nota.

Comenzó bien, puesto que el martes captó 4.863,6 millones de euros mediante una subasta de letras a 12 y 18 meses, y remató mejor, ya que consiguió 4.614,5 millones con la colocación de deuda a 3, 4 y 10 años, una cantidad superior a la establecida como objetivo máximo. Entre ambas operaciones, las arcas públicas han recibido una inyección de 9.478,1 millones, un empujón que aclara el panorama. En especial, en lo que respecta a la deuda a medio y largo plazo, puesto que el Tesoro ya tiene prácticamente cubierta la meta de todo el año cuando aún quedan dos meses por delante. Se había fijado como objetivo lograr 85.800 millones de euros con la venta de bonos y obligaciones en el conjunto del ejercicio, y ya ha recaudado 81.050 millones, el 94,5%.

Todo ello, tras la subasta más tranquila de bonos para el Tesoro desde abril. Contó con una alta demanda, que favoreció tanto el cumplimiento del objetivo de financiación como el abaratamiento de la factura de la emisión, puesto que pagó los intereses más bajos desde hace seis meses. Eso sí, no hay que olvidar que este entorno ha sido fabricado por el Banco Central Europeo (BCE) y su nuevo programa de compras de deuda pública (OMT). La posibilidad de que el Gobierno de Mariano Rajoy pida el rescate a Europa, que es la condición exigida por el BCE para empezar a comprar deuda española, ha enfriado la tensión, con el consiguiente impacto positivo en las emisiones del Tesoro. Como, además, Moody's finalmente no rebajó la calificación crediticia española, con lo que no la degradó a la categoría de bono basura, el entorno de fue el más propicio de los últimos tiempos para emitir deuda a medio y largo plazo.

Demanda alta, pero desigual

El resultado de la subasta constató esa realidad. La demanda total, que ascendió a 10.863 millones de euros, superó en 2,3 veces la cantidad emitida. La demanda, por tanto, se mantuvo fuerte, aunque con matices, porque fue mucho mayor para los bonos a tres y cuatro años y más débil para los títulos a 10 años. En los dos primeros casos, la ratio de cobertura -número de veces que la demanda cubre la oferta- aumentó hasta las 2,61 y las 2,55 veces, respectivamente, cuando en la anterior subasta de este tipo de títulos, que tuvo lugar en septiembre, fue inferior a las 2 veces. Por el contrario, la ratio de cobertura para las obligaciones a 10 años descendió desde las 2,85 veces del mes pasado hasta las 1,88 veces de . Fuentes del mercado achacan este descenso a dos motivos. El primero, que el Tesoro pretendió captar más dinero al mayor plazo posible. En concreto, con los títulos a 10 años captó 1.513,2 millones de euros, casi el doble que en septiembre y la cantidad más alta para esta referencia desde enero. Y el segundo, que la financiación de España cada vez está más vinculada a los planes del BCE. Como la entidad presidida por Mario Draghi se ha propuesto adquirir bonos con un vencimiento máximo de tres años, los inversores muestran más apetito por títulos a medio plazo -menos de cinco años- que por la deuda a largo plazo -más de cinco años-.

Con el apoyo de la demanda y la distensión de las últimas jornadas, el Tesoro sacó adelante la subasta con unos costes de financiación inferiores a los pagados en septiembre. De hecho, fueron los más bajos desde el arranque del año. La rentabilidad media de los bonos a tres años descendió del 3,67% al 3,22%, la más reducida desde marzo; la de los bonos a cuatro años, del 4,6% al 3,97%, la menor en una subasta desde marzo; y la de las obligaciones a 10 años, del 5,66% al 5,45%, la más baja desde enero.

Continúa la tregua

El favorable resultado de la subasta, combinado con las expectativas de que los líderes europeos estén a la altura de las circunstancias en el Consejo Europeo iniciado en Bruselas, propició que la situación de España en los mercados siguiera mejorando. Las compras de bonos se impusieron por tercera jornada consecutiva, con el consiguiente retroceso de los rendimientos, que descienden cuando el precio de los títulos sube. La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años retrocedió del 5,47% al 5,34%. Hay que remontarse hasta finales de marzo para verla tan baja. A su rebufo, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y los alemanes a 10 años, se moderó de los 383 a los 371 puntos básicos -o 3,71 puntos porcentuales-, la brecha más reducida desde abril. De este modo, se acerca a los 326 puntos a los que terminó 2011.

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