El sentimiento que invadió a los inversores volvió a estar dominado por una única palabra: rescate. Los sucesivos rumores que versan sobre la fecha en que España podría solicitar ayuda formal a sus socios europeos volvieron a apoderarse de un mercado que, por tercer día consecutivo, estuvo controlado por los alcistas.
Y de qué manera. La mera expectativa de que todo está listo para que el Gobierno concrete la petición inminente de rescate a Europa -la agencia AFP se hacía eco de que la solicitud podría llegar incluso la próxima semana- contó con el golpe de efecto de Moody's, que decidió mantener la nota crediticia de España un escalón por encima del temido bono basura. ¿El resultado? El Ibex 35 volvió a desmarcarse del resto de índices europeos con una subida del 2,37 % -un 5,8 % en dos jornadas-, hasta recuperar la barrera de los 8.000 puntos por primera vez desde septiembre.
"No estamos subiendo porque Moody's no haya bajado nuestro rating, sino porque Moody's ahora sí que aboca totalmente al rescate. El condicionante para mantener nuestra deuda por encima de la fatídica barrera, no es otro que la clara perspectiva de que se va a pedir el rescate total de España y tendremos acceso a financiación" señala Miguel Ángel Paz, analista de Unicorp.
En un cruce de informaciones, la agencia AFP señabala a apoyándose en fuentes diplomáticas que la cumbre europea que comienza hoy podría servir para aclarar de una vez por todas las condiciones que se le exigirán a España a cambio de recibir ayuda. De formalizarse, la puerta a que el Banco Central Europeo (BCE) compre deuda pública española quedaría abierta. Algo que también ha reducido la percepción de riesgo en el mercado de renta fija. Si sucede, la secuencia es clara: la presión sobre la deuda bajará, la bolsa subirá y los inversores cerrarán cortos a la espera de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anuncie el martes si levanta el veto a los bajistas.
Sin embargo, poco después de que saltara el rumor, fuentes del Gobierno alemán declararon al diario Wall Street Journal que por el momento España no ha hecho ningún movimiento para formalizar la solicitud de ayuda, ya que el propio Mariano Rajoy habría asegurado en privado a Alemania que no pedirá el rescate de forma inminente. El mismo diario, además, señaló que varias fuentes europeas consideran que Europa quiere invertir mucho menos de 100.000 millones de euros en la posible asistencia financiera a España, lo que significa que las ayudas al soberano podrían llegar de las sobras del rescate a la banca española.
Al márgen de las declaraciones oficiales, lo cierto es que el mercado descuenta que la petición inminente de ayuda se hará realidad más pronto que tarde. "Aunque no hay ninguna novedad oficialmente, todo parece indicar que estamos cerca de un acuerdo para que España solicite finalmente la ayuda preventiva que permita poner en marcha la intervención del BCE en el mercado de deuda", señalan los analistas de M&G. Y esa expectativa fue la que permitió que la bolsa española se convirtiera en la más alcista de Europa aupada por el sector bancario.
Aunque el mayor repunte lo protagonizó Bankia, que subió más de un 14%. Incluso Popular logró olvidar el varapalo de la ampliación de capital con una subida del 6,13%. Y así uno a uno. Bankinter del 5,44%, mientras Santander y Sabadell también lograron revalorizaciones en torno al 3%. El más rezagado fue CaixaBank, que avanzó un 1,1%.
Oleada de compras
En el resto de Europa también se impuso el color verde, aunque de forma menos intensa que en España. El segundo índice más alcista en el Viejo Continente fue el italiano. Después de que Roma reiterara su rechazo a pedir ayuda financiera, pese a la presión que ejerce el Fondo Monetario Internacional (FMI), la bolsa transalpina registró una subida del 1,71%, hasta los 16.125 puntos.
Los alcistas hicieron así oídos sordos a las declaraciones de Olivier Blanchard, el economista jefe del FMI al diario italiano Il Corriere, donde defendía que tanto España como Italia necesitan un plan que incluya garantías para que sigan financiándose al tiempo que siguen adelante con su ajuste fiscal. "En el corto plazo sería vital disponer de un plan para los dos países", expresó Blanchard.
Menos contundentes fueron las compras en Alemania. De hecho, el parqué germano fue el que menos alzas registró de Europa, ya que sólo avanzó un 0,25% en una jornada en la que fue protagonista tras recortar con fuerza su previsión de crecimiento para 2013, hasta el 1% según informó el Ministerio de Economía. El propio Philipp Roesler, el titular que encabeza este organismo, advirtió que su economía también "navega por aguas tormentosas" debido a la crisis de deuda que atraviesa la eurozona y a la desaceleración económica de los países emergentes.
Al otro lado del Atlántico, los índices americanos empezaron su andadura bursátil prácticamente planos en plena temporada de resultados. le tocó el turno a Bank of America, que logró esquivar las pérdidas pronosticadas incialmente por los analistas.