La crisis tiene estas paradojas. Standard & Poor's (S&P) acaba de rebajar la calificación crediticia de España; otra agencia, Moody's, podría hacer lo mismo en cualquier momento con el agravante de que podría recortar el rating hasta la categoría de bono basura, la que distingue a los emisores menos fiables; y los ojos del universo financiero y económico siguen pendientes de si el Gobierno de Mariano Rajoy pedirá un segundo rescate a Europa.
En este contexto, aparentemente negativo, el Tesoro Público completó la mejor subasta de letras a 12 y 18 meses de los últimos meses. La demanda fue alta, captó más dinero del previsto y pagó menos intereses, un cóctel inesperadamente positivo en el que se volvió a notar la mano del Banco Central Europeo (BCE) y sus planes de volver a comprar deuda en el mercado si los países lo piden.
El favorable resultado de la colocación lo propició la demanda, que alcanzó los 13.653,7 millones de euros, repartidos entre los 9.202,1 millones para las letras a 12 meses y los 4.451,6 millones de los títulos a 18 meses. No se veía un volumen de peticiones tan alto para una subasta así desde febrero.
Con los cimientos de una fuerte demanda, el Tesoro lo tuvo todo más a favor. Y lo aprovechó para captar más dinero del esperado. A priori, se había fijado un objetivo comprendido entre los 3.500 y los 4.500 millones, pero rebasó con creces esta meta, puesto que finalmente consiguió 4.863,6 millones: 3.400,6 millones con las letras a 12 meses y 1.463 millones con las letras a 18 meses. Hay que remontarse hasta la subasta de marzo, cuando el Tesoro logró 5.044 millones, para encontrar una colocación de letras a 12 y 18 meses que proporcionara tantos recursos a las arcas públicas.
La guinda la pusieron los intereses. Como el Tesoro tuvo donde elegir gracias a la elevada demanda, no sólo fue capaz de superar el objetivo de financiación, sino que también logró controlar los costes de financiación. Las letras a un año se emitieron con una rentabilidad media del 2,82%, ligeramente por debajo del 2,83% de septiembre y el interés más reducido desde la subasta de abril. Y las letras a 18 meses se adjudicaron al 3,02%, también inferior al 3,07% de septiembre y el coste más bajo desde de la colocación de marzo.
Otro examen
Tras el positivo balance de la subasta de letras, el Tesoro volverá a la carga el jueves, jornada en la que subastará bonos con vencimiento en 2015, 2016 y 2022. En especial, serán estos últimos los que acapararán el mayor protagonismo. En septiembre, el organismo emisor los subastó con una rentabilidad media del 5,66%. Con esta colocación de deuda a medio y largo plazo el Tesoro intentará captar entre 3.500 y 4.500 millones de euros.
Superada la emisión de letras a 12 y 18 meses y a la espera de lo que depare la colocación que efectuará mañana, el Tesoro ha captado hasta la fecha 145.000 millones de euros entre deuda a corto, medio y largo plazo, con lo que cada vez tiene más cerca el objetivo establecido para el conjunto del año, situado en los 184.600 millones. Por tanto, tiene cubierto el 78,5% del total. En el caso de la deuda a medio y largo plazo, en la que el Tesoro ha basado de forma fundamental su estrategia de financiación para 2012, tiene cubierto el 88% de la meta anual -75.632 de los 85.800 millones de euros-.