
Madrid, 10 oct (EFE).- El principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35, sufría en los primeros minutos de la sesión un descenso del 0,19 %, en línea con los del resto de mercados europeos, todos ellos acusando los pesimistas pronósticos del FMI sobre el crecimiento y la mala sesión que se vivió en Wall Street.
A las 09.15 hora local (07.15 GMT), el selectivo español perdía 15,10 puntos y se situaba en 7.730 unidades, mientras que el Índice General de la Bolsa de Madrid retrocedía el 0,30 %.
Otros mercados europeos experimentaban caídas del 0,39 % en París y del 0,11 % en Milán.
Hoy se clausura en Tokio la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que han dibujado un panorama muy sombrío para la recuperación económica en Europa y sobre todo en España.
A las malas perspectivas para España en 2013 anticipadas ayer se sumaba hoy la confirmación de la masiva salida de capitales del país, equivalentes al 27 % del PIB.
Hoy el Tesoro italiano saca a subasta 11.000 millones de euros en bonos a 3 y 12 meses, en la primera oferta tras el empeoramiento de las previsiones económicas del FMI para Italia y la zona del euro.
Los presidentes del Gobierno español, Mariano Rajoy, y del francés, François Hollande, celebran en París su primera cumbre bilateral, que tendrá marcado contenido económico.
En Estados Unidos, el Departamento del Tesoro informa sobre el déficit fiscal federal en septiembre, que es además el cierre del año fiscal 2011.
Dentro del IBEX destacaban los repuntes de ArcelorMittal e IAG, superiores al 1,5 %, así como los descensos de los bancos y de algunos de los grandes valores del mercado.
Bankia perdía el 1,04 %; Popular, el 1,61 %; Telefónica, el 0,73 %; Bankinter, el 0,63 %; Sabadell, el 0,54 %; Santander el 0,53 %, y BBVA, el 0,50 %.
Con ganancias se negociaban Iberdrola (0,92 %), Endesa (0,33 %) e Inditex (0,11 %), en tanto que Repsol cotizaba plano.
Tanto el euro como el barril de petróleo Brent cotizaban hoy a la baja en sus respectivos mercados, de modo que la moneda única europea se cambiaba a 1,2856 dólares, y el crudo se cruzaba a 114,10 dólares.