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Vuelve la desconfianza: el Ibex 35 sufre su peor semana desde julio

Vaso medio lleno. El Ibex 35 ha subido un 3,9% en septiembre, con lo que suma su segundo mes alcista consecutivo, algo que no ocurría desde los tres que enganchó entre diciembre de 2010 y febrero de 2011;

la rentabilidad del bono español a 10 años ha caído este mes del 6,857% al 5,938%, su mayor descenso mensual desde diciembre de 2011; y la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se ha relajado de los 552 a los 450 puntos básicos, o lo que es lo mismo, un respiro histórico del 18,5%, el más abultado desde siempre.

Vaso medio vacío. En el conjunto de las cinco últimas jornadas, el Ibex ha bajado un 6,34%, su mayor descenso semanal desde julio; la rentabilidad del bono ha sufrido su mayor salto desde la última semana de agosto, fecha idéntica a la que remite la escalada de la prima, de un 9%.

Este es el balance de un septiembre en el que España ha ido de más a menos en los mercados financieros. Comenzó por todo lo alto, con energías renovadas, de la mano del Banco Central Europeo (BCE), que el 6 de septiembre presentó su nueva estrategia anticrisis. La institución presidida por Mario Draghi está dispuesta a comprar en el mercado toda la deuda pública de entre uno y tres años de vida que haga falta; sin límite. Eso sí, esta mano tendida está supeditada a una condición indispensable: que los países que quieran beneficiarse de esas compras pidan antes el rescate a Europa. Sin esa solicitud expresa -bien se trate de un rescate duro o de una línea de crédito preventiva-, el BCE no pasará a la acción.

Del 'paraguas' a los 'nubarrones'

El paraguas protector ofrecido por Draghi cobijó con solvencia a España. En las semanas posteriores, el Ibex escaló hasta los 8.230,7 puntos y el rendimiento de los bonos cayó hasta el 5,552%. Había que remontarse hasta la primavera para ver a la bolsa tan alta y al rendimiento tan bajo.

Pero a final de mes regresaron los nubarrones. Primero, por una cuestión de impaciencia. Pasaba el tiempo, y el Gobierno de Mariano Rajoy no llamaba a la puerta de Bruselas para solicitar el rescate, con lo que la incertidumbre volvía a abrirse paso. Y segundo, porque, en paralelo, España fue coleccionando problemas. Problemas de liquidez de las comunidades autónomas, tensión política en Cataluña, protestas en las calles, un déficit del Estado que en agosto alcanzaba el 4,77% cuando el objetivo para todo el año se sitúa en el 4,5%, unos Presupuestos Generales para 2013 basados en unas previsiones más optimistas de las manejadas por los expertos... "Las tensiones regionales, los riesgos políticos y las dudas sobre la recapitalización bancaria están comenzando a regresar. Creemos que las recientes acciones del BCE no han resuelto los problemas de España. Continuamos creyendo que la economía, el sector financiero y las finanzas públicas seguirán deteriorándose. Por eso, permanecemos cortos en España", juzgan desde Royal Bank of Scotland (RBS).

Esta acumulación es la que ha disparado las ventas de acciones y bonos españoles en la última semana, que se prolongaron igualmente durante la jornada del viernes. El Ibex cedió un 2% y se alejó un poco más de los 8.000 puntos, puesto que cerró en los 7.708,5 puntos, mientras que el rendimiento del bono corrió hasta el 6,063% y la prima de riesgo se calentó hasta los 463 puntos básicos. En todos los casos, volvieron justo a los niveles previos al 6 de septiembre; es decir, antes del ofrecimiento de Mr. Draghi.

Semejante castigo condenó al Ibex a ser el peor índice europeo de la semana, al tiempo que le afianzó como el que más desciende en el año, con un retroceso del 10 %. En el conjunto de las cinco últimas sesiones, las caídas en los índices europeos han oscilado entre el 6,34% ya citado del Ibex y el 1,66% del SMI suizo. Las materias primas han mostrado desiguales tendencias: mientras el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, ha subido un 0,52%, hasta los 112 dólares, sorpresivamente la onza de oro ha retrocedio un 0,33%, hasta los 1.770,6 dólares.

Digestiones pendientes

El final de septiembre coincidió además con el cierre trimestral. El balance que arroja también es positivo, con alzas del 8,53% pese al desastre que fue el mes de julio. Un caso distinto, ha sido el del diferencial del bono español a diez años con respecto a su homólogo alemán, puesto que el retroceso es de tan sólo 24 puntos básicos. Y el rendimiento de la deuda senior ha descendido un 0,391%, desde el 6,329% de interés que rendía al final de junio.

Ahora, y con el ánimo de nuevo tocado, los inversores tendrán tareas pendientes para la próxima semana. El viernes, con el mercado cerrado, la consultora Oliver Wyman anunció el resultado del examen al que ha sometido a los bancos españoles. Además, la agencia Moody's tampoco había emitido todavía su veredicto con respecto al rating español. Sin duda, ambas referencias marcarán la pauta en el arranque del lunes. "Serán las necesidades finales de capital de nuestra banca, y sobre todo, la decisión que tome la agencia de calificación crediticia Moody´s sobre nuestra deuda, los factores que finalmente decidan si la semana que viene toca seguir corrigiendo o si ya ha terminado la consolidación y continuamos la tendencia alcista iniciada a final de julio", confirma Miguel Paz, de Unicorp Patrimonio.

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