Las empresas siguen saliendo al mercado gracias a la relajación de la tensión soberana.
Los factores monetarios, soberanos y macroeconómicos acaparan la atención en el mercado. Los bancos centrales, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, el Banco de Japón y el Banco Central Europeo (BCE), inyectan liquidez tratando de ayudar y tranquilizar al mercado, pese a que en el caso del BCE, las diferencias entre países y el alto déficit lo hacen más difícil. En la parte monetaria, la política de bajos tipos de interés ayuda en las compras de bonos, pero todo dependerá de los avances que se hagan en los organismos internacionales. El próximo 8 de octubre se reúne el Ecofin y el Consejo Europeo lo hace los días 18- 19, por tanto ambos serán el próximo punto de atención.
En el caso de España, el mercado está pendiente de si habrá o no rescate, duda que no será despejada hasta finales de octubre. Algún miembro del BCE ha dicho que, si finalmente España no pidiera el rescate, podría haber un rally en rentabilidades, lo que es motivo de fuertes subidas en el corto plazo. Nuestros problemas de liquidez, dados los vencimientos tan importantes que afronta España de aquí a final de año, también representan una variable que influirá en la petición de rescate.
La tercera de las variables que el mercado está siguiendo con atención son las negociaciones que siguen sucediendo para la unión bancaria y fiscal europea. Alemania es reticente a que se implante a corto plazo, y otros países como Reino Unido, Suecia o Dinamarca no aceptarían al BCE como supervisor bancario. Por otro lado, el próximo 28 de septiembre Oliver Wyman dará a conocer la situación de los bancos españoles y sus necesidades concretas de capital.
La 'ventana' sigue abierta
Tras las subastas de la semana pasada en España, que se saldaron con inesperado éxito y que nutrieron las arcas públicas con casi 9.400 millones de euros, el Tesoro Público emitirá mañana deuda a 3 y 6 meses, y dados los plazos seguramente conseguirá colocarla con facilidad. Además, sigue habiendo emisiones en el primario, en el caso del mercado español, Enagás y Red Eléctrica Española, con gran demanda y un buen comportamiento en el mercado secundario. De este modo, se prolongó la tendencia abierta en las últimas semanas, en las que las empresas y los bancos españoles han podido volver al mercado para financiarse.
En conclusión, la apuesta debe seguir siendo el medio plazo -entre 3 y 5 años-, y tomar beneficios en emisiones con una vida media inferior a 18 meses, aumentando la duración a vencimientos más largos.