Prueba superada. El Tesoro consiguió en la emisión a largo plazo superar con creces el objetivo máximo de financiación. En concreto, captó 4.800 millones de euros frente a los 4.500 millones que inicialmente había previsto como tope.
Así, el volumen de dinero captado durante esta semana alcanza los 9.375 millones de euros. Una cantidad más que satisfactoria ya que para esta semana el Tesoro perseguía obtener entre 7.000 y 9.000 millones de euros para tratar de afrontar los pagos de vencimiento de deuda de octubre.
En concreto, 3.940 millones de euros se colocaron en bonos a tres años a un interés del 3,85 % frente al 3,68 de la subasta precedente. Además, la demanda superó a la oferta en 1,56 veces frente a las 2 de la anterior emisión. En obligaciones a 10 años obtuvo 859 millones de euros por los cuales el Estado tuvo que afrontar un coste de financiación del 5,67 % (el más bajo desde enero) respecto al 6,65 % de la subasta de agosto. Para esta referencia, la ratio de cobertura fue de 2,85 veces en comparación con las 2,4 veces de la subasta precedente.
Una subasta 'escorada'
El resultado de esta emisión vino muy escorado hacia el papel a un trienio, ya que un 82 % del volumen total captado vino de la mano de esta referencia y el restante de la deuda a un decenio. El Tesoro señaló que esto se explica a que se debe a una referencia nueva en la que es usual dotar de más liquidez.
Pero también ha influido, y mucho, en los inversores el hecho de que este tipo de deuda, a diferencia del tramo a 10 años, es susceptible de ser revendida a un precio mayor a la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF) o al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en caso de que el BCE reactive el programa de compra de deuda, en caso de solicitud de rescate del país, tal y como dijo Draghi.
La 'losa' de la prima de riesgo
De forma que centrándose en las obligaciones a 10 años, que reflejan la capacidad que tiene España para financiarse a largo plazo valiéndose sólo de sus propios medios, el balance que arroja esta colocación no resulta muy tranquilizador. No en vano, es la menor cantidad de dinero que el Estado capta en deuda a 10 años en un mes, en 2012, por detrás de junio y julio. Al observar la evolución de la cantidad de dinero que el Tesoro ha captado en papel a un decenio éste solo ha conseguido más de 1.000 millones de euros al mes cuando el diferencial estaba "contenido" por debajo de los 450 puntos.
¿La excepción a la regla? El mes de agosto en la que el organismo emisor captó 1.046 millones. Sin embargo, pagó el atrevimiento de salir al mercado con el diferencial por las nubes con un coste de financiación del 6,65 %. Unos intereses que los expertos no titubearon en calificar de insostenibles. En cambio, en este mes el Estado obtuvo menos de 1.000 millones de euros en bonos a 10 años aun con la prima en los 420 puntos básicos.