El West Texas y el Brent ceden un 2,98% y un 2,91%, respectivamente
Se vende antes con el rumor que con la noticia. Así lo demostró ayer la evolución del precio del petróleo, que después de acumular varios días consecutivos de subidas respondió con pérdidas cercanas al 3% a los rumores que circularon en el mercado sobre una posible liberación de las reservas de petróleo por parte de Estados Unidos. Unos rumores que la propia Casa Blanca desmintió. Pero eso no impidió que la cotización del Brent, el barril que se toma como referencia en Europa, dejara a un lado seis sesiones seguidas de alzas a última hora del día para ceder un 2,91% -su mayor caída diaria desde el 27 de julio-, hasta los 113,26 dólares. Y lo mismo ocurrió con su homólogo estadounidense, el West Texas, que registró un descenso hasta los 96,05 dólares, tras caer un 2,98%.
Es conocido en el mercado que las autoridades estadounidenses estudian todas las posibilidades que existen para detener la escalada que ha mantenido hasta ahora el precio del oro negro, y una de las opciones para conseguirlo es el desbloqueo de la Reserva de Petróleo Estratégica de Estados Unidos. Medida que tendrá que esperar, ya que un portavoz de la Casa Blanca acalló los rumores que señalaban que el Gobierno de Obama podría modificar su postura al respecto.
Aún así, los precios del petróleo se mantuvieron toda la sesión con vaivenes que estuvieron motivados, también, por las tensiones geopolíticas que agitan parte de Oriente Medio y el Norte de África, que podrían interrumpir su suministro. "Cualquier ruptura de la ley y el orden en Oriente Medio o el Norte de África puede provocar potencialmente un alza del petróleo, ya que podría afectar a la producción", señaló Olivier Jakob, analista de mercado de energía de Petromatrix en Zug, Suiza.
Los descensos registrados en la sesión de ayer llegan tras una semana en la que las subidas en el precio de esta materia prima han sido las protagonistas después de que Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal (Fed), anunciara una tercera ronda de estímulos cuantitativos (o QE3) a la economía estadounidense con el fin de mejorar el empleo. La prueba es que el viernes, el West Texas cerró en su nivel más alto desde el pasado 3 de mayo tras acercarse a los 100 dólares por barril.