Las medidas de apoyo han animado el mercado de emisiones en las últimas jornadas.
Las buenas noticias macroeconómicas han llevado al mercado a la euforia, empujando a las compras en el secundario y animando al primario. Varios emisores potentes como Iberdrola, BBVA, Banesto o Santander, Repsol o Gas Natural han salido al mercado para pedir dinero porque perciben que el inversor final tiene ganas. Emisiones que, gracias a la bajada de diferenciales, están subiendo en precio, lo que sigue convenciendo a los inversores de que son atractivas. Por tanto, el primario y el secundario han vuelto a ver emisiones con sobresuscripción, especialmente de no residentes.
El entorno está favoreciendo este ánimo optimista, algo a lo que han contribuido los bancos centrales. La decisión de inyectar liquidez a los bancos y a los gobiernos por parte de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) lógicamente aporta estabilidad al mercado. El bono a 10 años se está manteniendo en niveles en torno al 5,55%, mientras la prima de riesgo, que mide el interés adicional que los inversores exigen a los bonos españoles a 10 años con respecto a los alemanes con igual vencimiento, ha caído hasta los 400 puntos básicos, e incluso provisionalmente llegó a situarse bajo este nivel por primera vez desde abril. Además, el euribor a un año se situó al mismo nivel que los tipos oficiales del BCE, en el 0,75%, lo que implica que el mercado descuenta nuevas bajadas en las próximas reuniones de la autoridad monetaria. La siguiente cita con la entidad presidida por Mario Draghi tendrá lugar el 4 de octubre.
El mercado está pendiente de que el Gobierno español pida el rescate, algo que el presidente está tratando de evitar. Es momento de aprovechar la bajada de la prima de riesgo para realizar emisiones privadas que sirvan para cubrir las necesidades de las comunidades autónomas y de las entidades financieras. A no ser que el Eurogrupo presione a España, no parece que el Ejecutivo vaya a pedir rescate antes de la próxima cita electoral. Es momento de vigilar el bono a dos años, en niveles de 2,80% y con un diferencial de 270 puntos básicos, para detectar si es necesario un rescate o no.
En conclusión, y tras la reciente actividad de reuniones, comicios, y decisiones, la semana se presenta tranquila, lo que representa una oportunidad para consolidar niveles, pese a que la incertidumbre sigue dominando y el mercado se puede dar la vuelta en cualquier momento. Un contexto, en definitiva, para seguir compradores hasta el 5 años, y aprovechar momentos de volatilidad para entrar, con trading, en el 10 años.