La lluvia de dinero que la Reserva Federal ha puesto a disposición de la economía ha sido el revulsivo para que los índices estadounidense afiancen su llegada a los máximos de 2007. Pocas compañías han descarrilado. Incluso las que no estaban atendiendo a las expectativas que ya descontaba el mercado desde hace semanas se han sumado ahora a la subida. Es el caso de la compañía de artículos de oficina Staples. A finales de agosto el título tocó sus precios mínimos desde 2003 y en sólo dos sesiones ha recuperado alrededor de un 7%.
Lo que sí conserva la multinacional estadounidense es el atractivo en su retribución. Staples es uno de los valores del Nasdaq 100 con mayor rentabilidad por dividendo. Sólo una decena de empresas del índice americano ofrece un rendimiento anual superior al 3% con la remuneración al accionista y entre ellas se sitúa Staples, alcanzando el 3,8%.
El próximo pago que abonará el grupo será el 18 de octubre. Ese día repartirá 11 centavos por acción, aunque sólo a los inversores que tengan el valor en cartera antes del 26 de septiembre.
Menos carga a la espalda
Uno de los puntos fuertes de la compañía es que el consenso de mercado espera una importante reducción de su endeudamiento en los próximos años. Según FactSet, la deuda de 774 millones de dólares con la que cerró 2011 podría reducirse casi en 10 veces en sólo dos años. Eso sí, la menor carga no vendrá acompañada de un crecimiento en el beneficio neto, ya que se prevé que en 2012 caiga un 6% y no empiece a repuntar hasta 2014.