El compromiso más firme que nunca de la Reserva Federal (Fed) por cumplir su mandato de creación de empleo recurriendo a un auténtico arsenal de estímulos económicos cayó como maná del cielo en los principales mercados a uno y otro lado del Atlántico.
En el terreno patrio, al Ibex 35 le sentaron de maravilla las medidas del banco central de EEUU, al cerrar la que es su tercera semana alcista consecutiva con una subida del 2,75%. La cuestión es que la media de analistas no se apean del carro conservador, por lo que al no verse mejoras generalizadas en las valoraciones de cotizadas del selectivo, el efecto conseguido es que el Ibex 35 se ha quedado sin potencial ponderado. De esta forma, con los últimos datos las casas de análisis estiman que el nivel máximo que podría alcanzar el indicador serían los 8.126 puntos de ahí que con el cierre de ya empezaría a estar sobrevalorado.
El otro dato que refleja el pesimismo -o precaución, según como se mire- de las 790 revisiones de precios objetivos que hacen los bancos de inversión que recoge el Sentimiento del Mercado es que en esta revisión semanal apenas ha tenido impacto la batería de medidas anunciadas el jueves de la semana pasada por Mario Draghi, presidente del BCE. Si bien la promesa de la entidad de efectuar compras ilimitadas de deuda en el mercado secundario sí ha avivado el rally de la bolsa, los expertos no han ignorado el capítulo dedicado por el banco central a las condiciones, que se pida previamente un rescate y que se cumplan a rajatabla las exigencias de la UE.
De esta forma, los últimos datos del Sentimiento muestran que ha caído la proporción de revisiones bajistas (recortes sobre precio objetivo) en casi dos puntos porcentuales, hasta el 33,7%; asimismo, los alcistas (mejoras de valoración) han avanzado menos de medio punto porcentual. Y el gran trasvase ha vuelto a dirigirse al lado neutral, al de analistas conservadores con sus valoraciones, que alcanza su proporción más alta desde la segunda quincena de febrero, un 48,63%.

Wall Street prepara la fiesta
Por otra parte, el panorama en EEUU tampoco ha cambiado mucho desde la semana pasada, cuando la encuesta realizada por la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII) reflejó una indefinición absoluta e inédita en Wall Street. En esta ocasión, y teniendo en cuenta que los resultados de la encuesta fueron publicados un día antes de la comparecencia de Ben Bernanke, presidente de la Fed, los inversores se han movido ligeramente al bando de los toros (alcistas), que vuelven a ser hegemónicos en el parqué aunque por un pírrico 36,5%, frente al 33% de los osos (bajistas). Ante el órdago que ha lanzado la principal institución monetaria de EEUU para estimular el empleo, es más que previsible que la encuesta de la semana que viene refleje una fiesta alcista.