
"Una demanda más débil de lo esperado dentro de un complicado entorno macroeconómico". Esas fueron las palabras con las que Intel justificó la semana anterior el recorte de beneficios para el tercer trimestre de su ejercicio fiscal y que han pesado como una losa en su cotización desde entonces. No en vano, el pasado viernes cedió un 3,6% y en la sesión de hoy sigue con la tónica liderando las correcciones en el Dow jones con un descenso del 3,3%.
El resultado global de este movimiento, una bajada acumulada del precio de sus acciones del 6,6% que hace su evolución en lo que va de 2012 se de la vuelta y cambia los números verdes por un descenso del 3,3% en ese lapso. En concreto, Intel ha rebajado su volumen de ingresos hasta los 13.200 millones de dólares frente a la horquilla anterior que estaba comprendida entre los 13.800 y lo 14.800. Además, la compañía ha rebajado en un punto porcentual su margen bruto (diferencia entre los ingresos por ventas y el precio de coste de los productos vendidos dividido por el coste de los productos vendidos, que mide el porcentaje de ganancias) del 63% hasta el 62%.
El consenso de mercado recogido por FactSet le asigna a esta compañía una recomendación de mantener a un precio objetivo de 29 dólares. Con esta valoración, el potencial alcista a doce meses que se le calcula a sus títulos es de un 23%. Además, la mayoría de expertos que hacen seguimiento a la compañía le han mantenido su valoración por fundamentales, en los últimos dos meses y medio.