La falta de demanda fue la gran protagonista de la subasta que afrontó ayer Alemania. La colocación del Tesoro germano se saldó sin alcanzar el objetivo de financiación previsto, ya que sólo captó 3.610 millones de euros en bonos a 10 años de los 5.000 millones que se había propuesto el organismo.
De esta manera, sólo consiguió el 72 por ciento del dinero total ofrecido.
La demanda fue muy inferior a la de la última emisión de agosto: las peticiones de los inversores quedaron en los 3.930 millones. La baja rentabilidad no convenció esta vez. Alemania pagó un interés medio del 1,42 por ciento por su deuda a una década, un rendimiento algo similar al que cerraron la jornada previa sus bonos de este vencimiento en el mercado secundario (1,39 por ciento).
No obstante, no es la primera vez que Alemania tiene un encontronazo con el mercado. Ya sucedió hace sólo cinco meses. En abril, tampoco se llegó al objetivo de captar 5.000 millones de euros en deuda a 10 años puesto que únicamente se colocaron 3.870 millones.