Hoy es el día. El Banco Central Europeo (BCE) destapará los detalles sobre el nuevo programa de compras de deuda pública, aunque ayer ya se filtraron algunas pinceladas de lo que pueda decirse hoy que propiciaron que la prima de riesgo española se relajase hasta situarse por debajo de los 500 puntos básicos por primera vez en las últimas dos semanas.
El diferencial de interés que los inversores exigen a los bonos españoles a diez años frente a los alemanes del mismo vencimiento descendió ayer 25 puntos básicos -ó 0,25 puntos porcentuales- hasta los 493 puntos en su tercera jornada consecutiva de caídas.
La prima de riesgo se estrechó gracias tanto a las compras de bonos españoles, que llevaron al interés a caer del 6,57 al 6,41 por ciento -el interés baja cuando sube el precio por las compras-, como a la venta de deuda germana, ya que el rendimiento del bund alemán se elevó desde el 1,39 al 1,48 por ciento el día en el que Alemania no consiguió en los mercados toda la financiación que pretendía -ver información inferior-.
Pero hoy no sólo es la reunión clave en la que el BCE destripará el programa con el que pretende apaciguar la tensión en el mercado de deuda, también es el día en el que el Tesoro Público español regresa de verdad de las vacaciones. Después de la subasta de letras a tres y seis meses de la semana pasada, hoy vuelve a la carga en busca de financiación con una emisión de bonos a dos, tres y cuatro años.
Concretamente, el organismo emisor se ha propuesto como objetivo captar entre 2.500 y 3.500 millones de euros en deuda con vencimiento en abril de 2014, junio de 2015 y octubre de 2016.
En la última subasta de bonos a dos años, el coste medio para el Tesoro alcanzó el 4,774 por ciento, mientras que para colocar bonos a cinco años, el interés medio que se pagó en agosto fue del 5,971 por ciento. En la sesión previa a esa colocación, la prima de riesgo española se situaba en los 536 puntos básicos, aunque el día de la emisión ascendió hasta los 594 puntos.
Ya descontado
El activo que realmente lleva semanas descontando la intervención del BCE es la deuda española a corto plazo. Así, aunque ayer volvió a exponerse lo que Mario Draghi, presidente de la institución, ya adelantó acerca de los tramos de deuda en los que se centrarán las compras, la rentabilidad de los bonos españoles a dos y tres años no sufrieron grandes cambios en el mercado secundario. El interés del dos años sigue relajado, aunque todavía más de 300 puntos básicos por encima de su homólogo alemán.