A partir de ahora, la banca vuelve a tener la posibilidad de ofrecer los intereses que desee a través de sus depósitos sin el miedo a sufrir una penalización. La que aprobó hace un año el anterior Ejecutivo con la intención de desincentivar esta práctica, que obligaba a las entidades que ofrecían elevadas rentabilidades mediante estos productos a aportar una cantidad adicional -cinco veces superior a la habitual- al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español.
Hasta el viernes, ya que una de las medidas que incluye la tercera reforma financiera del Gobierno es su supresión. Con el campo de batalla abierto, Popular ha sido el primero en disparar su artillería. Hasta el 30 de septiembre, el interés a un año del depósito Gasol pasa del 3,75 al 4,25% para dinero nuevo.
El resto de condiciones se mantienen. Realizar una inversión mínima de 300 euros sigue siendo el requisito para contratar el segundo depósito a 12 meses más rentable de todo el mercado. El primero es el de Espirito Santo, que el viernes también elevó la remuneración de su imposición a plazo fijo a un año desde el 4,04% hasta el 4,6%, a partir de los 50.000 euros. Aunque la diferencia principal que existe entre estos dos movimientos es que el banco luso siempre ha estado exento de la normativa española, ya que depende del FGD portugués.
¿Quiénes serán las próximas?
Una vez más, Popular se ha adelantado al resto del sector. Pero a partir de ahora, la puerta está abierta a que otras entidades imiten sus pasos en las próximas semanas. De hecho, antes de que el Gobierno anunciara la supresión de la que pasará a la historia conocida como la Ley Salgado, algunos bancos optaron por elevar la rentabilidad de sus plazos fijos este verano.
Es el caso de Bankinter -que subió hasta el 4%-, y Oficinadirecta (banco online de Pastor), que brindaba un 4,25% hasta el viernes. Sin embargo, con su vencimiento, este depósito ha pasado a ofrecer un 2,25%. La cuestión es qué hará el resto a partir de ahora.
La respuesta parece evidente. Con el mercado mayorista de financiación cerrado -pese a la emisión de bonos que efectuó Santander hace unas semanas-, y a la espera de que el Banco Central Europeo pueda realizar una tercera barra libre de liquidez, la captación de pasivo entre particulares resulta una opción nada despreciable para el sector. Y más en un momento en el que sus necesidades de financiación son más que evidentes.
Aún es pronto para ver reacciones, aunque algunas entidades ya tienen clara su estrategia. Fuentes de Bankia aseguran que a pesar de que están limitados y necesitarán autorización, estudiarán los movimientos del mercado y mejorarán la oferta de sus clientes. En la actualidad, el interés que ofrece su depósito -2,25%- se encuentra por debajo de lo que ofrecen de media estos productos a un año en agosto, un 2,66% -el más elevado desde abril-.
Lo cierto es que aún quedan muchas imposiciones a plazo fijo que remuneran con intereses inferiores al 4% (ver gráfico), y alguna no tiene intención de modificarlo por el momento. "No hemos tocado el interés de nuestro depósito y no tenemos intención de hacerlo. Pero si tuviéramos que defendernos, lo haríamos", señalan desde Sabadell.
¿Y qué pasa con los pagarés?
Sin limitaciones para ofrecer elevadas rentabilidades en plazos fijos, los pagarés podrían dejar de ser el producto estrella para obtener financiación. Esa es la intención, al menos, del Gobierno.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó que la "contribución extra" al FGD para evitar la guerra del pasivo entre las entidades "hacía que se comercializaran pagarés" que tienen "menos garantías". El Gobierno señaló que es fundamental que no haya instrumentos que sustituyan a los depósitos. Por el momento, los hay y muy rentables.
Los de Popular también han subido. Ofrecen un 4,5% a doce meses, un 3,75% a seis meses para inversiones menores a 50.000 euros, y un 4,75% para las que superen esa cantidad.
El interés medio del depósito supera el 2.5%
