NUEVA YORK (Reuters) - El banco estadounidense JPMorgan dijo el domingo que comprará a su rival Bear Stearns a un precio ínfimo, mientras que la Reserva Federal bajó sus tasas de interés de emergencia y abrió la ventanilla para prestar dinero directamente a Wall Street.
Las sorprendentes noticias - el mayor indicio del devastador efecto en Estados Unidos de una crisis crediticia - hundieron al dólar a un nuevo mínimohistórico frente al euro y generaban un derrumbe de las bolsas asiáticas en sus primeros negocios de la semana.
"El temor es cuántos cadáveres más hay en el armario en los mercados globales de crédito", dijo David Cohen, economista de Action Economics enSingapur.
"Este es otro esfuerzo de la Fed para calmar las cosas, pero los nubarrones en el horizonte son cuántos más de estos temas crediticios estarán dandovueltas por ahí", agregó.
La medida es considerada un intento por prevenir que otros grandes bancos y corredurías sufran la misma suerte que Bear, el quinto mayor banco deinversión de Estados Unidos, debido a que la presión generada por las turbulencias del mercado crediticio sobre el sistema financiero alcanzaron nivelessin precedentes.
Los mayores accionistas de Bear Stearns - incluyendo al magnate británico Joseph Lewis y al presidente de la entidad, Jimmy Cayne - sufrirán lavirtual desaparición de sus participaciones, dado que JPMorgan pagará sólo dos dólares por cada acción de Bear en títulos propios.
El acuerdo, que asciende a 236 millones de dólares (unos 151 millones de euros), contrasta con las estimaciones de más de 1.000 millones dedólares que se habían hecho por las oficinas centrales de Bear Stearns en Manhattan.
Antes de enfrentar especulaciones sobre problemas de liquidez, que llevaron a una avalancha en la entidad la semana pasada, las acciones de BearStearns se habían estado negociando a unos 70 dólares.
Los títulos alcanzaron en abril su mayor nivel de las últimas 52 semanas, a más de 159 dólares, lo que valoraba el banco en 24.000 millones dedólares por aquel entonces.
Las presiones sobre compañías como Bear Stearns llevaron el domingo al secretario del Tesoro de Estados Unidos a decir que el Gobierno estabapreparado para "hacer lo que sea" para mantener la estabilidad del sistema financiero.
La Fed redujo su tasa de descuento a un 3,25 por ciento, desde un 3,5 por ciento previo, en una medida con efecto inmediato.
MAYOR RIESGO
Las reservas de efectivo de Bear Stearns disminuyeron fuertemente el jueves por la salida de clientes y el banco debió el viernes asegurarsefinanciamiento de emergencia de la Reserva Federal, a través de JPMorgan.
Bear Stearns negocia "swaps" y otros derivados con docenas de bancos a nivel global. Si quebraba, todos los socios de sus operaciones podríanenfrentar grandes pérdidas y el pánico podría expandirse, motivo por el cual la Fed actuó con urgencia para ayudar en la operación de rescate.
"No sería sólo problema de Bear, sería un problema de todos", dijo Marino Marin, un banquero de Gruppo, Levey & Co. "Sería apocalíptico".
JPMorgan Chase, el tercer mayor banco de inversión de Estados Unidos y uno de los pocos ilesos de la crisis crediticia, ha buscado limitar lasobligaciones del acuerdo al asegurarse que la Fed financie hasta 30.000 millones de dólares de los activos menos líquidos de Bear Stearns.
El banco está garantizando las obligaciones de Bear Stearns y sus subsidiarias. Se espera que la operación se cierre para fines del segundo trimestre,dado que ya obtuvo el visto bueno de la Fed y de otros reguladores.
Para JPMorgan, la compra podría convertirse en una poco frecuente oportunidad, según analistas.
/Por Martin Howell/.*.