Bolsa, mercados y cotizaciones

Los equipos de fútbol pierden el 'partido' en bolsa: la mayoría cede desde su debut

Imagen de Thinkstock.

La liga española de fútbol ha regresado y con ella millones de aficionados que no perderán la oportunidad de disfrutar de uno de los deportes más populares del mundo. Las desorbitadas cantidades que se mueven en salarios y patrocinios dan la imagen de que el fútbol cotizado puede ser un negocio muy rentable.

Pero no es oro todo lo que reluce y, por lo menos en bolsa, el fútbol aún sale debiendo más de un gol. "Cuando hablamos de cotizar en bolsa, como ha salido el Manchester, no sólo nos tenemos que fijar en lo bonito del envoltorio, sino que debemos mirar las tripas de todos los clubs", apunta José Luis García, analista de Dif Broker.

La historia de los clubs deportivos en el parqué comenzó en 1983. El Totthenham Hotspurt fue el primero en salir a bolsa, seguido por varios equipos del mismo país como el Chelsea -en 1991-. Para 1997 estaban en bolsa quince equipos.

¿Dónde cotizan?

Hoy en día los clubes cotizan en el índice Stoxx Europe Football, que incluye los títulos de 21 conjuntos del Viejo Continente, pero la enorme volatilidad de los valores y su poco -y en ocasiones nulo- volumen de negociación bursatil convierten al mercado del fútbol en poco rentable.

Elegir clubes deportivos para invertir implica diversos riesgos. A la ya citada volatilidad se une la tipología de los títulos que se negocian, ya que se pueden ver influenciados por los resultados deportivos y por tanto resulta muy complicado vaticinar su evolución en el mercado.

La semana pasada, los Red Devils regresaron a la bolsa inundando los titulares de la prensa económica y deportiva. Pero la experiencia dice que invertir en fútbol puede dejarnos más de una derrota.

'Fuera de juego'

El Stoxx Europe Football se ha desplomado más de un 40% desde su creación en 2002. Sólo en lo que va de año registra pérdidas superiores al 4%. De hecho, 2012 ha sido el año en el que el indicador ha marcado mínimos históricos, al descender hasta los 81,02 puntos el pasado 5 de mayo. Al cierre de la sesión del viernes marcó 86,09 puntos, lo que le sitúa a tan sólo un 6,3% de este mínimo.

En lo que va de ejercicio, los equipos de fútbol cotizados presentan un comportamiento algo dispar. A la cabeza del índice se sitúa el Borussia, actual campeón de la Bundesliga que se ha revalorizado más de un 30%, pero este dato no consigue ocultar que desde que salió a bolsa en el 2000 sus títulos se han depreciado más de un 73%.

Al otro lado del terreno de juego, el Fenerbahce turco. El segundo mejor equipo desde enero, con una subida por encima del 24%, ha experimentado un alza en apenas ocho años de más de un 289%. Sin embargo, sus acciones se encuentran muy por debajo de su máximo histórico, alcanzado en 2011 en los 103 euros, concretamente un 50% menos.

En la misma línea se sitúa el también turco Galatasaray. A pesar de que en el presente año luce un recorrido bursátil positivo, aunque algo tímido (alrededor de un 6%) y ha escalado más de un 242% desde 2002, sus títulos cotizan más de un 50% por debajo de su máximo histórico logrado en 2011. Si el año pasado el inversor debía desembolsar 124,45 euros para hacerse con una acción del club, ahora este precio se ha reducido hasta los 56,25 euros.

Los colistas del índice

No obstante, no son de los clubes cotizados que más balones echan fuera. El Aalborg (Dinamarca), el Lazio (Italia) y el Oporto (Portugal) han cedido más de un 94 por ciento en 14 años. El caso del club danés es el más llamativo, ya que se ha dejado un 98 por ciento desde su debut.

Es más, el 31 de mayo marcó su mínimo histórico en 1,20 euros, muy lejos de los 122 a los que cotizaba en 1999. Junto al Aalbog, cuatro valores más integran el equipo de los mínimos históricos en 2012: el ya citado Oporto portugués (0,35 euros), el danés Aarthus (0,75 euros), el Benfica portugués (0,56 euros) y el Aik sueco (1,5 euros).

Desde Dif Broker señalan que una de las razones que pueden explicar estos descensos está en que las fuentes que generan los ingresos de los clubs provienen principalmente de la publicidad y de la venta de futbolistas y muchas veces dichas inversiones no se rentabilizan como se espera.

Por todo ello "seríamos cautelosos a la hora de comprar acciones de un equipo de fútbol". Aún así, si el inversor quiere entrar a jugar el partido el analista de esta firma recomienda "fijar claramente una cota de salida, nunca dejando correr hacia abajo la inversión. Sin embargo, por arriba si somos mas partidarios de dejar correr beneficios, a la espera de su comportamiento".

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