La bolsa española soñaba con los 7.100 puntos y al final se tuvo que contentar con no perder los 7.000. El escaso volumen de negociación típico del periodo estival (ayer fue de sólo 833 millones de euros) llevó al Ibex 35 a coquetear tanto con las pérdidas como las ganancias, en una jornada que comenzó algo más tensa en el mercado de deuda.
El indicador español se movió entre los 7.119 y los 6.991 para cerrar finalmente con una subida del 0,31 por ciento, que le hizo avanzar hasta los 7.069 puntos.
La sesión se antojaba ya de por sí complicada. La ralentización de la economía japonesa -su PIB creció sólo el 1,4 por ciento entre abril y junio, frente al 5,5 por ciento del trimestre anterior, por el menor consumo interno y de exportaciones- y los 47 puntos que separaban inicialmente al Ibex 35 de los 7.000 parecían ser un problema adicional para que la bolsa aguantara los niveles. Pero calma, porque los expertos no creen que esto sea lo más importante. "Creemos que la clave del devenir futuro de los mercados no estará en si el Ibex finalmente supera la resistencia o en si pierde el 7.000 y corrige a la zona de los 6.700 ó 6.800 para tomar nuevo impulso, sino en el comportamiento de la deuda pública europea", explica Miguel Ángel Paz, de Unicorp.
A pesar de que el Banco Central Europeo (BCE) informó que no había comprado deuda de los países de la zona euro (ya van 22 semanas consecutivas sin hacerlo), la rentabilidad del bono español a 10 años se situó ayer en el 6,84 por ciento y la del alemán de igual vencimiento se elevó del 1,38 al 1,4 por ciento, lo que permitió que la prima de riesgo -la diferencia entre el bono español a una década y su homólogo alemán- bajara en la sesión desde los 552 hasta los 544 puntos. La prima de riesgo de Italia, otro de los países europeos especialmente interesado en que el banco central vuelva a comprar deuda pública y que ayer subastaba letras a un año, descendió desde los 451 a los 449 puntos básicos. Pero no fue un hecho aislado, puesto que también bajó el termómetro del riesgo en otro de los países periféricos, Portugal. El diferencial luso descendió cinco puntos básicos, desde los 859 a los 854 puntos.
Ligera corrección en Europa
España fue, esta vez, la excepción. La ligera subida de la bolsa española, animada en gran parte por los repuntes que registraron valores como Abengoa, Repsol y Amadeus contrastó con la evolución del resto de los principales indicadores del Viejo Continente que, aunque con caídas mínimas que no superaron en ningún caso el 0,5 por ciento, no consiguieron ayer resistir a la presión vendedora de los inversores.
"Ya son cuatro las jornadas de corte consolidativo que han definido hasta el momento los principales índices europeos en un movimiento que ha aminorado considerablemente la sobrecompra que se había acumulado tras las subidas previas", destaca Joan Cabrero, analista de Ágora A.F. para Ecotrader.
Las ventas también se propagaron al otro lado del Atlántico, donde a media sesión sólo el Nasdaq 100 se mantenía en niveles similares a los del cierre del viernes. El Dow Jones, sin embargo, cedía los 13.200 puntos ,al dejarse un 0,5 por ciento y caer hasta los 13.144 puntos, mientras que el S&P 500 conservaba los 1.400 puntos al caer un 0,33 por ciento.