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Economía/Empresas.- El juzgado admite a trámite el ERE de Sáez Merino, que prevé 654 despidos, el 72% de la plantilla

VALENCIA, 15 (EUROPA PRESS)

El juzgado de lo mercantil número 2 de Valencia ha admitido a trámite el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por las empresas del grupo Sáez Merino, informó hoy el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). El citado expediente, según comunicó hoy la empresa textil, prevé 654 despidos de sus 913 trabajadores, lo que supone una reducción del 72 por ciento de la plantilla.

Asimismo, según el TSJCV, el juzgado ha convocado a los representantes de los trabajadores y a la administración concursal a un periodo de consultas, que tendrá un plazo máximo de 30 días naturales, a los efectos de que lleguen a un acuerdo, conforme establece el artículo 64.6 de la Ley Concursal. Una vez terminado este plazo, deberán comunicar al juzgado el resultado del mencionado periodo de consultas, se haya alcanzado o no acuerdos.

El resultado de este proceso de negociación deberá ser trasladado asimismo a la autoridad laboral, "independientemente de si se alcanza acuerdo o no, aunque será finalmente el magistrado de lo mercantil número 2 de Valencia el que dictamine", según el TSJCV. El juzgado ha comunicado esta mañana al FOGASA la presentación del mencionado ERE.

Por su parte, el Grupo Sáez Merino explicó hoy, en un comunicado, que presentó el pasado lunes el ERE que afecta a 654 trabajadores. Este "ajuste de empleo", según la compañía, "forma parte de un plan global de reestructuración que transformará el grupo en una firma no industrial, centrada en el diseño, la comercialización y la distribución de las cuatro marcas de ropa que comercializa, Lois, Cimarrón, Caroche y Caster".

Este "plan de viabilidad", según Sáez Merino, "propone el traslado de toda la actividad del grupo a la planta de Benaguacil (Valencia), convertida en sede única no industrial, lo cual permitirá reducir costes y una mayor eficiencia en los procesos". El expediente también prevé la congelación salarial en 2006 y 2007 para los 259 trabajadores que conserven sus empleos en cualquiera de las cuatro empresas del grupo textil valenciano.

El ERE, recordaron desde la textil, "afecta a todas estas empresas y a sus diferentes áreas de actividad". Sin embargo, la mayor incidencia en cuanto a despidos se registrará en Sáez Merino Textile, S.A. y en Sáez Merino Sewing, S.A., "al ser éstas las sociedades encargadas de una producción industrial incapaz de competir en costes y márgenes con países emergentes de mano de obra barata, muy especialmente China".

Según Sáez Merino, "la incorporación del gigante asiático a la Organización Mundial del Comercio y la paulatina y la total liberalización del mercado textil culminada el 31 de diciembre de 2004, convirtieron el ejercicio 2005 en el peor que se recuerda para las industrias textiles de España y del resto de países productores de la UE".

El pasado año, añadieron las citadas fuentes, "la producción nacional cayó un 30 por ciento y destruyó el 22 por ciento de los puestos de trabajo del sector, mientras las importaciones procedentes de China crecían en un 50 por ciento, según revela un reciente informe del Servicio de Estudios de La Caixa", aportado por la textil.

El expediente presentado por Sáez Merino recoge datos "igual de alarmantes como los proporcionados por el Consejo Intertextil Español, que cifra en 20.000 los empleos directos destruidos el pasado año en este sector y prevé la desaparición de 115.000 puestos de aquí a 2010, siempre ante la imparable pujanza de las exportaciones chinas a España y al resto de los mercados en los que compite con el textil nacional", añadieron desde la compañía.

El Grupo Sáez Merino, recordaron, "ya se vio inmerso en 2004 en otro ERE que le llevó a pactar 542 despidos y subcontratar parte de su producción a industrias del Norte de África, geográficamente próximas y de mano de obra más barata, en un intento por salvar su nivel de ventas y márgenes". Sin embargo, matizaron, "la negativa evolución del mercado y los resultados en el ejercicio 2005 han hecho que aquella medida fuera insuficiente y tardía".

De hecho, la dirección de Sáez Merino considera que si ahora se ve obligada a plantear un ajuste "tan drástico se debe, fundamentalmente, a su tradicional compromiso por salvaguardar el empleo en España y en la Comunidad Valenciana y a su resistencia a renunciar a unas actividades industriales que marcaron la vida de la empresa desde sus inicios".

Estas circunstancias, señalaron las citadas fuentes, "hicieron que el Grupo Sáez Merino no secundara el camino marcado por sus principales competidores hacia la total deslocalización o subcontratación de la producción industrial a países emergentes de mano de obra barata".

Este ERE no se presentó ante la administración laboral, "como suele ser habitual", sino ante el Juzgado Mercantil número 2 de Valencia, encargado de la tramitación del procedimiento concursal promovido por el grupo "ante graves problemas de liquidez financiera que acarreaban la imposibilidad de afrontar pagos importantes e inmediatos".

Esta propuesta de reducción de plantilla, según Sáez Merino, "se fundamenta en causas económicas y productivas que se concretan en una caída de ventas desde 2002 y, sobre todo, en una situación de pérdidas desde 2004, todo ello derivado de la imposibilidad de competir en los mercados nacional e internacional contra la expansión de productos textiles de bajo coste".

El pasado año, añadieron las citadas fuentes, "pese a ir precedido de un ERE que supuso la extinción de 542 empleos, el resultado consolidado antes de impuestos arrojó pérdidas en la cuenta de explotación de 14,1 millones de euros".

NEGOCIACIONES

Con la admisión a trámite de este ERE se abre un mes de negociaciones con los representantes de los trabajadores en el que la dirección de Sáez Merino espera poder alcanzar el acuerdo. La empresa considera, sin embargo, "que la reciente declaración de huelga indefinida promovida por los comités de empresa y dos de los tres sindicatos con representación no contribuye al intento de salvar la continuidad de una firma con más de medio siglo de actividad ni a preservar el empleo de 259 compañeros".

La negociación de este ERE dentro del proceso concursal "relega el papel de la Dirección General de Trabajo y Seguridad Laboral a la emisión de un informe preceptivo pero no vinculante para la administración judicial". Sin embargo, matizaron, "las autoridades laborales trabajan con la dirección de Sáez Merino para desarrollar un plan que ya prevé recolocaciones en otras empresas de los municipios afectados, así como planes de formación para el reciclaje profesional".

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