Es una tradición. Las dos petroleras más grandes de Estados Unidos suelen retribuir a sus accionistas el mismo día. La próxima fecha en la que coinciden los pagos de Exxon y Chevron es el 10 de septiembre. Pero detrás de cada dividendo hay una historia y diferentes atractivos.
Exxon, la compañía que hasta hace pocos meses era la cotizada con mayor capitalización del mundo -hasta que Apple se hizo con esa condecoración-, reparte un dividendo con menos rentabilidad que el que ofrece el de Chevron. Los 57 centavos que abonará la primera rentan ahora alrededor de un 0,66%, mientras que los 90 centavos que paga la segunda suponen más de un 0,8%.
Coinciden en que en los últimos años no han dejado de elevar la remuneración, aunque en la última ocasión, en el pasado mes de junio, el aumento de Exxon -del 21%- fue mayor que el de Chevron -de un 11%-.
Pese a que el gesto no fue el mismo, estas mejoras mantienen a los dos gigantes en un posición cómoda y muy parecida. En ambos casos se prevé que tengan que destinar un porcentaje del beneficio similar para retribucir a sus accionistas, entre un 27-28% de las ganancias estimadas para cada una de ellas en 2012.
Hay un matiz. Y es que mientras Chevron es una de las empresas estadounidenses que acumula caja neta -el consenso de mercado espera que al menos conserve esta situación hasta el próximo año-, la deuda de Exxon irá en aumento, según las estimaciones de los analistas incluso la duplicará entre 2012 y 2013, hasta los 9.000 millones.