Bolsa, mercados y cotizaciones

Wall Street aguarda a Bernanke en los niveles más altos desde mayo

Arranca el festival. Hoy, a las ocho y cuarto de la tarde (hora española), comenzará la triple cita que los mercados financieros tienen con los tres bancos centrales más importantes del planeta. Abrirá fuego, además, el más influyente de ellos y el que más lejos ha llegado con sus medidas para intentar derrotar a la crisis. Se trata de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU. Esta vez, sin embargo, todo indica que preferirá esperar y ver y que cederá el mayor protagonismo a lo que haga mañana el Banco Central Europeo (BCE).

Wall Street, que aguarda la decisión de la institución norteamericana en los niveles más altos desde mayo, sí demandará, eso sí, algún gesto, y en concreto, que la Fed reitere, como lo viene haciendo en los últimos meses, el mensaje de que "está preparada" para tomar más decisiones si la situación económica y financiera lo requiere. "La inestabilidad de los mercados tiene su origen en Europa; es complicado que la Fed tome medidas un día antes de la reunión del ECB, jugándosela bien a que sean insuficientes bien que sean finalmente innecesarias. Sí, septiembre puede representar una oportunidad más razonable para actuar", opina José Luis Martínez, estratega de Citi en España.

Esta reunión de agosto tendrá así un cometido de fondo idéntico al de otras ocasiones: garantizar que la Fed guarda un cartucho que está dispuesta a utilizar. Esto es, una nueva impresión de dólares (QE3). Pero, en cambio, habrá un paréntesis en la renovación o puesta en marcha de estímulos, después de la última bala que disparó Ben Bernanke, el presidente de la institución estadounidense. El 20 de junio, cuando sólo restaban unos días para que finalizase la Operación Twist, la Fed decidió extender esta medida, consistente en la venta de deuda pública norteamericana a corto plazo, para poder comprar bonos a largo plazo, hasta finales de este año. Es decir, que el banco central mantendrá esta estrategia durante seis meses más con la intención de amortiguar el deterioro de la situación económica.

Esta vez la atención se centrará en la síntesis con la que Bernanke analice los puntos flacos que más amenazan ahora la recuperación de la economía de EEUU. De esta ralentización que vuela desde hace meses, siguen preocupando tanto los datos de crecimiento en sí -en el segundo trimestre el aumento del PIB se quedó en el 1,5%-, como los relacionados con el mercado laboral. Después de tres meses consecutivos en los que el país ha creado menos de 100.000 empleos nuevos, la situación empieza a asemejarse a la vivida en 2010 durante los peores momentos de la crisis. No obstante, los expertos esperan que la cifra recupere al menos este nivel en los datos de julio que se publicarán el viernes.

Aunque el mercado esté pendiente del retrato de la situación económica estadounidense que dé la Reserva Federal, sin duda, el compromiso mínimo que espera y que debe salir de la reunión es el de seguir manteniendo los tipos oficiales en el 0-0,25% hasta 2014.

Animados por los resultados

Los principales índices de Wall Street se mantienen optimistas pese a que la Fed pueda retrasar sus actuaciones hasta septiembre. El Dow Jones recuperó el viernes los 13.000 puntos y se acerca a los máximos de mayo, cuando alcanzó su nivel más alto desde finales de 2007. Impulsado por los buenos resultados empresariales, el S&P 500 también se dirige a estos máximos.

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