Donde manda capitán, no manda marinero. Y en este caso podría decirse tranquilamente que Alemania es quien manda dentro de la zona euro y en su principal institución monetaria, el Banco Central Europeo (BCE). Ayer, el ministro de finanzas germano, Wolfgang Schäuble, se encargó de poner punto final al rally desatado en las bolsas europeas a raíz de la declaración de Mario Draghi en defensa del euro, al afirmar que la institución que preside está preparada "para hacer lo que sea necesario para preservar el euro".
El ministerio de Finanzas declaró a la agencia Bloomberg que no ve necesario dotar de licencia bancaria al Mede, el mecanismo de estabilidad o fondo de rescate permanente, precisamente una de las medidas agresivas que suenan más fuerte y que podría ser propuesta en la reunión de del banco central prevista para mañana.
La publicación de estas declaraciones pesaron más sobre los mercados que el llamamiento lanzado también ayer desde París por Fran-çois Hollande, presidente de Francia, y su homólogo italiano, Mario Monti, que salieron en defensa de la moneda única, también en mínimos anuales, y pidieron una rápida actuación coordinada para defender el futuro de la zona euro. De esta forma, los inversores frenaron la subida que presentaba el selectivo español desde primeras horas de la mañana, hasta tal punto que finalmente el índice cerró la jornada con pérdidas del 0,94%, hasta 6.738 puntos. "El Ibex 35 ha desarrollado este mes una potente línea de vela en forma de martillo, que muestra el claro rechazo de los títulos españoles a seguir cediendo terreno", asegura Joan Cabrero, de Ágora A.F.
El resto de plazas europeas imitaron sus números rojos -con la excepción del Psi portugués, que cerró plano-, siendo curiosamente los más castigados el belga Bel 20, que retrocedió un 1,77%, y el Ftse 100 británico, con una caída en torno al 1%. También se movieron en el terreno negativo, al otro lado del Atlántico, el Dow Jones y el S&P 500 -en ambos casos con ligeras caídas en torno al 0,3%-, pese a la mejora inesperada del PMI de Chicago (53,7 puntos frente a los 52,5 esperados)
Las palabras de Schäuble demuestran que los once segundos con los que Draghi dio un vuelco en los parqués no han sido suficientes para cambiar el balance mensual de la bolsa, pero sin duda han contribuido enormemente a mitigar las pérdidas, que prometían ser abultadas especialmente en España e Italia.
Ibex y prima hacen historia
Julio empezó con una rebaja histórica a cargo del BCE de los tipos de interés, hasta el 0,75% -que a su vez ha provocado otra caída histórica del euribor, al caer su tasa diaria hasta el 0,946%- y termina con las bolsas europeas "mostrando una fe ciega en que algo positivo saldrá de las reuniones de los bancos centrales, la Reserva Federal (Fed) y el BCE", en palabras de los expertos de Selfbank.
Entre medias, el Ibex 35, la deuda española y la prima de riesgo han sufrido varios amagos de infarto de los que también se ha contagiado, Italia, y que han provocado a su vez que entrasen en terreno negativo las rentabilidades de la deuda de varios países europeos, no sólo de los refugios tradicionales como el bund alemán, que marcó mínimos desde la creación del euro en el 1,167%.
Julio ha sido fatal para la deuda española, con el bono español cerrando por encima del nivel maldito del 7% en cinco sesiones no consecutivas (cotizó dos veces por encima de esta cota en junio) y un nuevo récord del diferencial con el bund, al cerrar en 638 puntos básicos el 24 de julio y llegar a cotizar en 650 puntos el 25 de julio (ver gráfico). Ayer, la prima avanzó 23 puntos, hasta los 546 puntos básicos, que son a su vez 67 puntos más que en cierre de junio. El ensanchamiento del interés adicional se produjo por un repunte del rendimiento del bono español, hasta el 6,75%, y la caída de rentabilidad del bund hasta el 1,285%.
En el terreno bursátil, la buena noticia es que el Ibex 35 registró su sexta mayor subida desde su creación: el 6,06% del pasado jueves 26, al calor de las palabras de Supermario Draghi, que permitieron al selectivo sumar alzas del 14,2% en tres sesiones consecutivas. La mala noticia es que este inesperado rally ha sido insuficiente para borrar la tendencia bajista del Ibex a lo largo del mes, que culminó el 24 de julio con la ruptura de la barrera psicológica y soporte de referencia de los 6.000 puntos, se adentró en terrenos inéditos desde el año 2003 (ver gráfico). Además, el 23 de julio también se vio obligada a intervenir la CNMV con la puesta en marcha de una medida inédita en el parqué español, la prohibición de posiciones cortas (apuestas bajistas) sobre todos los valores de la bolsa española.
Así, pese al subidón de los últimos días, el selectivo ha acumulado pérdidas del 5,13% en julio.