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La prima de riesgo pone fin a su peor racha desde que comenzó la crisis

Nueve sesiones consecutivas después y tras una escalada durante ese periodo de 107 puntos básicos, la peor racha que había afrontado la prima de riesgo española desde que empezó la crisis de deuda soberana, ayer el anhelado respiro llegó al fin.

Concretamente, el diferencial se relajó en 27 puntos hasta los 611, su mayor caída en una sesión desde el mes de junio, como consecuencia de la acción conjunta de que el interés del bono español a 10 años descendiera del 7,62 hasta el 7,38% al mismo tiempo que la rentabilidad de la deuda germana a igual vencimiento se incrementara desde el 1,24 hasta el 1,26%. También se hicieron eco de este episodio de distensión el resto de referencias en el largo plazo. No obstante, toda la deuda española con una vida superior a los 2 años finalizó la sesión con una rentabilidad superior al 7%.

La razón del descenso de ayer hay que encontrarla en unas declaraciones de Ewald Nowotny, gobernador del banco central de Austria y, además, miembro del Banco Central Europeo (BCE), en las que señaló que es partidario de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) pueda tener licencia bancaria. Esta situación permitiría que el fondo de rescate tuviera acceso a los préstamos del BCE. Un matiz relevante, ya que el mercado ve insuficientes los 500.000 millones con los que ahora mismo está dotado, si España o Italia necesitaran asistencia financiera.

De esta forma, también el diferencial italiano sacó tajada de las palabras del miembro del BCE y se relajó de los 536 hasta los 518 puntos básicos. Además, el rendimiento de su papel a una década cayó del 6,60 hasta el 6,45%.

Esta distensión le viene que ni pintada al Estado transalpino, ya que hoy Italia saldrá al mercado con el fin de obtener 2.500 millones de euros mediante una emisión de bonos a 2 años con cupón cero -aquellos en los que la rentabilidad no la percibe el inversor en cada periodo en forma de cupón, sino que todo el ingreso se concentra en un único pago al vencimiento-.

En la anterior subasta comparable en mayo, el Tesoro transalpino captó 3.500 millones de euros por los que tuvo que soportar un coste de financiación del 4,037%. Además, en esa ocasión la demanda de títulos fue de 5.795 millones de euros, con lo que superó a la cantidad ofrecida en 1,66 veces. Sin embargo, en esa ocasión la presión del mercado sobre la deuda italiana era menor. En la víspera de la anterior emisión comparable, la rentabilidad del bono italiano a dos años se situó en el 3,70% frente al 4,94 de ayer.

Por otro lado, esta es la primera emisión que hará el Estado italiano después de que la cámara de contrapartida británica LCH. Clearnet este lunes elevara el margin call (las garantías que exige la plataforma de financiación) a la deuda transalpina incrementando su haircut (interés de descuento) desde el 4,8 hasta el 5,55% en el caso de los bonos a vencimiento entre dos y tres años, y desde el 9,5 al 11,65% para los bonos con una vida entre siete y diez años. Es decir, si antes LCH. Clearnet para prestar a una entidad 1.000 millones de euros le exigía como contrapartida bonos italianos a dos años por valor de 1.048 millones, ahora para dejarle esa misma cantidad le pedirá 1.055,5 millones.

El euro lame sus heridas

En el ámbito de las divisas, que las aguas se calmaran un poco en Europa se dejó notar en la moneda única, que se apreció frente a sus principales cruces. En concreto, contra el billete verde se anotó un alza del 0,6%, que le permitió recuperar la cota de los 1,21 dólares. Frente al yen japonés también recuperó niveles perdidos. Aunque en el caso de la divisa nipona fue un espejismo, ya que tras una apreciación del 0,9%, que le permitió comprar hasta 95 yenes, aminoró su escalada con un alza del 0,6% y terminar en los 94,86. Contra la moneda británica subió un 0,7%, que le permitió recuperar la cota de las 0,78 libras.

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