La prima de riesgo de España ha alcanzado esta mañana un máximo histórico al tocar los 650 puntos básicos, su nivel más alto desde la creación del euro, con la rentabilidad del bono a diez años por encima del 7,7%. La presión de los inversores se deja sentir también en otras referencias de deuda: el bono a dos años ha llegado a superar el 7%.
El rendimiento del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, ha llegado al 7,75%, en tanto que la rentabilidad del bono germano bajaba se movía en el entorno del 1,2%.
En estos momentos, el diferencial se ha relajado ligeramente y se sitúa en los 638 puntos básicos, el mismo nivel al que cerró la sesión de ayer, después de que una subasta de letras a corto plazo del Tesoro Público no lograra apaciguar a los inversores.
Pese a que España saldaba la víspera una emisión de letras con una moderada subida del interés y una fuerte demanda, el mercado consideraba insuficiente el respaldo de los inversores, sobre todo después de que Cataluña haya dejado entrever que también podría acogerse al fondo de liquidez autonómico, tal y como ya hizo Valencia y como tiene intención de hacer Castilla La Mancha y Murcia.
Ninguno de los esfuerzos del Gobierno parece tener efecto en un mercado de deuda que ha sentenciado a países como Grecia, Portugal e Irlanda, y que parece dispuesto a hacer lo mismo con España e Italia.
La prima de riesgo del país transalpino comenzaba la sesión en 541 puntos básicos, al tiempo que la rentabilidad del bono italiano subía al 6,652%.