Europa camina hacia una deuda bipolar. Por un lado, los mercados machacan a países como Italia y especialmente España, obligándoles a pagar por financiarse los intereses más altos desde su entrada en el euro. Por otro, a varios Estados del centro de Europa no se les exige apenas rentabilidad por adquirir su deuda ya que esta se utiliza para custodiar el dinero.
Es más, en algunos casos son los propios acreedores y no los deudores quienes están dispuestos a asumir el pago de rendimientos.
Quienes han logrado esto son Holanda, Dinamarca, Suiza, Francia, Bélgica, la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF) y Alemania. Este último ayer repitió la hazaña en una emisión de bonos a dos años con cupón cero, aquellos en los que la rentabilidad no la percibe el inversor en cada periodo en forma de cupón, sino que todo el ingreso se concentra en un único pago al vencimiento.
En concreto, Alemania captó 4.173 millones de euros por los que cobró a los inversores un interés del 0,06 por ciento. Un rendimiento fruto de que los inversores estuvieron dispuestos a pagar 1.001,06 euros por deuda que dentro de dos años les devolverá sólo 1.000 euros. Un resultado que contrasta con la anterior subasta comparable. Aquella vez el coste de financiación de Alemania ascendió al 0,1 por ciento ya que en esa ocasión los ahorradores pagaron 998,06 euros para dentro de un bienio cobrar 1.000.
Portugal, el otro protagonista
Alemania no fue el único país de la eurozona que recurrió a los mercados para financiarse. Portugal también saltó a la arena en busca de 2.000 millones de euros en una emisión de letras a 12 y 6 meses. En ambos títulos el Tesoro luso redujo sus costes de financiación respecto a la subasta precedente. En el papel a un semestre este disminuyó del 2,65 al 2,29 por ciento y a un año la rentabilidad cayó del 3,84 al 3,51 por cientos. De hecho este rendimiento es inferior al 3,92 por ciento que pagó España el lunes en letras al mismo plazo, pese a que Portugal fue intervenido el 6 de abril de 2011 y recibió un rescate de 76.000 millones de euros.