Con mal pie. Así ha empezado otra de las ya tópicas semanas clave en lo que al futuro del euro se refiere. El informe Actualización de perspectivas económicas mundiales, publicado ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI), sentó como un jarro de agua fría que devolvió al rojo al selectivo español.
La nueva previsión del organismo dirigido por Christine Lagarde, de que el Producto Interior Bruto (PIB) español se contraerá un 0,6% en 2013 y que, por lo tanto, no cumplirá con los nuevos objetivos de déficit recién flexibilizados por UE, arrastró al Ibex hacia los 6.500 puntos, que registró una caída intradía del 1,99%.
Examen de deuda
Este informe ha llegado en el peor momento ya que esta semana España se enfrentará al mercado de deuda por duplicado. Y el informe del FMI, que no tiene en cuenta las nuevas medidas aplicadas por el Gobierno, cuyo objetivo es recortar el gasto público en 65.000 millones, ha introducido un nuevo elemento de desconfianza que en la jornada de ayer elevó la prima de riesgo hasta los 558 puntos.
Si bien es cierto que el Tesoro español hizo sus deberes durante el primer trimestre, ganando dos meses al calendario, el aumento de la presión sobre la deuda española encarece los costes que el Estado debe pagar para financiarse, acercando la rentabilidad del bono a diez años -principal referencia del inversor- al 7%, punto considerado como de no retorno, que obligaría a España a pedir un rescate total como el de Irlanda, nuestro vecino Portugal, o Grecia.
La presión sobre la deuda de los países periféricos no mejora, esto afecta a los mercados, y en concreto al sector bancario. Prueba de ello es que en la jornada de ayer hubiese cinco bancos entre los 10 valores que más cayeron, incluidos Santander y BBVA. Bankia y Popular marcaron mínimos históricos en el 0,61 y 1,50 euros respectivamente.
La recuperación de este sector que arrastra en caída libre al Ibex dependerá de lo que suceda el viernes, día en el que los miembros del Eurogrupo firmarán el memorándum de entendimiento que aclarará, por fin, las condiciones de la línea de crédito.
Además de la banca, los más castigados fueron las energéticas como Iberdrola, que perdía ayer un 3,51%; o Repsol, que hacía lo propio en un 3,36%